El petróleo rebota y vuelve a los u$s60 por la presión de Trump sobre Venezuela
El endurecimiento del bloqueo estadounidense al crudo venezolano empujó los precios al alza, en un mercado que venía golpeado por expectativas de sobreoferta y señales de distensión geopolítica.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
El precio internacional del petróleo encontró algo de aire en los últimos días y volvió a instalarse en la zona de los u$s60 por barril. El impulso llegó de la mano del cerco que la administración de Donald Trump está profundizando sobre el petróleo venezolano, una jugada que volvió a encender las alertas sobre el suministro global y reactivó las compras en el mercado.
En ese contexto, el Brent —referencia clave para gran parte del mundo y también para la Argentina— sube alrededor de 1,65% y cotiza en torno a los u$s61,45. En paralelo, el West Texas Intermediate (WTI), el crudo de referencia en Estados Unidos, avanza poco más de 2% y se mueve cerca de los u$s57,70 por barril.
El foco volvió a ponerse en Venezuela luego de una serie de acciones concretas de Washington. Durante el fin de semana, Estados Unidos intensificó el bloqueo marítimo con la persecución de un tercer buque petrolero frente a las costas venezolanas. Se trató del Bella 1, que se dirigía al país caribeño, en una señal clara de que el cerco se está endureciendo.
Días antes, las fuerzas norteamericanas habían abordado el Centuries, un barco vinculado a una empresa con sede en Hong Kong, que hasta ahora no estaba bajo sanciones. También había sido interceptado el Skipper, otro gran buque de transporte de crudo, el pasado 10 de diciembre. La seguidilla de operativos reforzó la idea de un bloqueo cada vez más estricto.
Más allá del rebote reciente, el movimiento del petróleo se da dentro de una tendencia más amplia de debilidad en la segunda mitad del año. Tras haber superado los u$s80 en junio, el crudo inició una baja sostenida y hoy se mueve en niveles similares a los de mayo, lejos de aquellos máximos.
Las razones de fondo siguen pesando. Por un lado, el mercado descuenta un fuerte superávit de petróleo para 2026, impulsado por una mayor producción de la OPEP+ y un crecimiento de la demanda global más moderado. Por otro, las expectativas de un eventual acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania redujeron la prima geopolítica que durante meses sostuvo los precios.
De cara a los próximos meses, el interrogante pasa por cuánto durará este rebote. Mientras la presión sobre Venezuela mantenga en jaque la oferta, el petróleo podría sostenerse. Pero si se confirma la sobreabundancia de crudo y se enfrían los conflictos, el mercado volverá a mirar con cautela el rumbo de los precios.
