Biden inicia una nueva investigación contra los chips chinos y la entregará a Trump
Dejando sus diferencias de lado, el gobierno de Joe Biden inicia una investigación contra los chips de origen chino, la cual heredará la administración Trump a partir del 20 de enero.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
Hoy lunes, el gobierno de Joe Biden lanzó una medida de último momento: van a investigar los semiconductores "heredados" que se fabrican en China, los cuales están en artefactos que que usamos todos los días, como autos, lavarropas o hasta equipos de telecomunicaciones. Si esto sigue adelante, podrían agregar nuevos impuestos a esos chips, complicando un poco más el panorama.
Según Katherine Tai, la representante comercial de Estados Unidos, la idea es cuidar a los fabricantes estadounidenses y a otros que se ven perjudicados por la sobreoferta de chips chinos. El gobierno chino, dicen, invierte constantemente en su industria de semiconductores, lo que termina desestabilizando el mercado.
Biden, antes de irse, también dejó lo suyo: desde el 1 de enero, hay un arancel del 50% sobre algunos semiconductores chinos. Y no solo eso, también endurecieron las restricciones a la exportación de chips avanzados y de los equipos que se usan para fabricarlos.
Hablando de los chips "heredados", son básicamente esos que ya tienen más de 10 años y son más simples que los que se usan en inteligencia artificial o microprocesadores modernos. El tema es que, según la secretaria de Comercio, Gina Raimondo, dos tercios de los productos que llevan chips usan estos de origen chino, y la mitad de las empresas no sabe de dónde salen. Esto incluye hasta a la industria de Defensa, lo que suena bastante preocupante.
Por su lado, China no se quedó callada. Dijeron que esta investigación es puro proteccionismo y que lo único que va a lograr es complicar a las empresas de Estados Unidos y romper la cadena mundial de suministros. Ya avisaron que van a hacer lo que sea para defender sus intereses.
La administración de Biden va a empezar a escuchar a la gente sobre este tema desde el 6 de enero y ya tienen una audiencia pública programada para marzo. Todo esto se da bajo la "Sección 301", la misma ley que Trump usó hace unos años para imponer aranceles a importaciones chinas por un valor de 370.000 millones de dólares. ¿El resultado? Una guerra comercial que duró casi tres años.
Desde el lado de la industria tecnológica de Estados Unidos, algunos grupos ya están levantando la mano para pedir que la investigación no sea apresurada ni unilateral. Argumentan que podría traer consecuencias bastante complejas para la economía global y las cadenas de suministro.