A pesar de la fuerza del BRICS, la desdolarización aún está muy lejos
El ministro de Petróleo y Gas de la India, Hardeep Singh Puri, expresó su deseo de realizar transacciones en rupias, pero reconoció que esta aspiración enfrenta desafíos significativos.
Por Gonzalo Andrés Castillo
En medio de los esfuerzos por diversificar las transacciones petroleras y alejarse del dólar estadounidense, la idea de una completa "desdolarización" sigue siendo un objetivo lejano.
En ocasiones, se llevaron a cabo transacciones de petróleo en monedas como el yuan chino, el rublo ruso y la rupia india, pero el dólar aún es la moneda preferida en los mercados petroleros internacionales.
En este contexto, el ministro de Petróleo y Gas de la India, Hardeep Singh Puri, expresó su deseo de realizar transacciones en rupias, pero reconoció que esta aspiración enfrenta desafíos significativos. A pesar de los avances en transacciones como el uso del yuan chino para importaciones de petróleo ruso y la liquidación en rupias indias, el dólar mantiene su supremacía en los acuerdos internacionales.
"Hemos oído hablar del desacoplamiento. Pero estos acuerdos internacionales, acuerdos comerciales, acuerdos de pago, han estado vigentes durante mucho tiempo", indicó.
Según expertos, la dependencia de la divisa estadounidense persiste debido a las complejidades asociadas con las tasas de cambio y los acuerdos financieros a largo plazo. Aunque algunos bancos y refinerías experimentaron con monedas alternativas para el comercio petrolero, la solidez y la estabilidad de la alternativa americana continúan siendo factores clave.
La reciente tensión geopolítica, incluida la exclusión de Rusia del sistema financiero SWIFT y las sanciones, impulsó a Moscú y sus socios a buscar alternativas al dólar para las transacciones de petróleo. Aunque hubo casos de transferencias en yuanes y rupias, estas no alcanzaron un nivel que amenace la dominancia del dólar.
Si bien los líderes de los BRICS, incluido el presidente brasileño Lula da Silva, plantearon la posibilidad de una moneda común como una medida para aumentar la autonomía y reducir vulnerabilidades, la implementación de una alternativa global al dólar sigue siendo un obstáculo. Los acuerdos comerciales y las estructuras financieras existentes demostraron ser resistentes al cambio.
