Cómo ser emprendedor en Argentina y no morir en el intento | Dolarhoy.com
Inversión|16 de marzo de 2023

Cómo ser emprendedor en Argentina y no morir en el intento

¿Cuál es la fórmula de crecer en estas tierras sin morir en el intento?

Por Matías Massotti

CEO de Go Doctor, emprendedor

 

Argentina es un país siempre al borde del abismo. Una inflación que no para de crecer, un dólar que no deja de subir, impuestos cada vez más pesados de asumir y una economía que deambula por las noches sin luna en un estado de ebriedad que impide encontrar la puerta a inversiones de afuera que den una mano. Un verdadero monstruo que aterrorizaría a cualquier emprendedor…que lo ve desde adentro.

 

Para los argentinos que invertimos todavía en este país más que un lugar inhóspito para crecer, nos acostumbramos al desafío de autosuperarnos, de desarrollar habilidades que ni siquiera conocíamos que teníamos y crecer en nuestros proyectos pese a esta realidad que no desconocemos pero que la asumimos con coraje.

 

Pero, ¿Cuál es la fórmula de crecer en estas tierras sin morir en el intento? Lo principal es estar convencido de lo que se quiere y tener capacidad de adaptación. Hay una cantidad enorme de nuevos emprendedores, jóvenes en su mayoría que nacieron en la crisis del 2001 y que siempre vivieron de conflicto en conflicto con una Argentina que crónicamente palidecía de una economía endeble y restrictiva, que corralito, que cepos, que impuestos a las importaciones. Sin embargo, estos advirtieron que es mejor adecuarse a las adversidades y “buscarle la vuelta”, que lamentarse o ahorrar por un boleto de avión o esperar una ayuda salvadora.

 

En lo personal arranqué con mi hermano a los 23 años teniendo de oficina la terraza de un local de comidas rápidas. Ahí nació Go Doctor, una aplicación que une al instante al médico con su paciente para consultas que no pueden esperar atrapadas en turnos cada vez más lejos en el almanaque. Con esfuerzo y mucho trabajo, hoy la aplicación es reconocida mundialmente y hasta fuimos premiados en Silicon Valley por nuestro desempeño y contribución a solucionar dos necesidades muy valoradas en estos tiempos: la salud y la inmediatez.

 

Mateo Salvatto, otro ejemplo, también con 23 años, es fundador de Asteroid, una startup argentina que desarrolló productos y servicios tecnológicos para personas con discapacidad. Su primer desarrollo es la aplicación Háblalo, que ya asiste a más de 4 millones de personas en 65 países de los 5 continentes. Para Salvatto, la Argentina “es un sube y baja, pero lleno de oportunidades”.

 

Otro testimonio concluyente es el de Florencia Sosa que, con apenas 30 años recién cumplidos, es gerente general del grupo de empresas ECA y Minerva Farmacias con más de 500 empleados y 60 mil afiliados. En el medio de la pandemia importó un robot que había visto en una farmacia en Alemania para tareas de gestión y despacho y eso le permitió bajar a cero los contagios por Covid dentro de la empresa.

 

Estas experiencias también nos dan una pista acerca de otra faceta que en estos tiempos es vital tener presente, mucho más en países como el nuestro: La tecnología. Hoy no es necesario tener oficinas en el extranjero para vender nuestro producto a cualquier rincón de la tierra, en muchos casos basta con tener una PC y conexión a internet para hacer rodar nuestro negocio sin importar lo que vendamos.

 

En un país con moneda devaluada, es importante poder contar con divisas extranjeras, más allá de las regulaciones impositivas, que nos permitan financiar y hacer crecer nuestra empresa. No tener miedo a abrirnos una puerta al mundo esconde nuevos desafíos, cierto, pero además conlleva un aprendizaje que estimula nuestra sapiencia a la hora de verterla en nuestros emprendimientos.

 

Las nuevas tecnologías también nos permiten capacitarnos para estar mejor preparado/a lo que el mercado requiere. De nada sirve hacer crecer nuestra marca si nosotros no crecemos a la par. Adquirir conocimientos financieros, de administración empresarial, marketing o cualquier otro saber vinculado a nuestro negocio será vital para mantenernos fuerte ante la competencia y ante los cambios económicos que afecten a nuestro país y el mundo.

 

Por suerte, hoy los accesos a la web nos permiten que podamos aprender lo que necesitemos mediante cursos online o charlas interactivas y convenciones para emprendedores presenciales o mediante teleconferencias.

 

Es innegable que, a su vez, muchos no tienen las herramientas materiales o educativas para poder hacerlo, ahí es donde se necesita los apoyos institucionales. La economía del conocimiento no es el futuro, es el presente, solo que a veces necesita de pequeños empujones gubernamentales que no siempre están ávidos de colaborar.

 

Negar los problemas que implica llevar a cabo nuestros proyectos en un lugar como Argentina sería de una necedad tan grande como desconocer que también las soluciones nacen de dichas adversidades al tener la mirada puesta siempre en las oportunidades de crecimientos que florecen y no en la duna desértica que la rodea.