La industria automotriz global en jaque: tras un mal año esperan un peor 2025

Competencia, autos eléctricos, regulaciones y precios baratos: Estos son desafíos de los gigantes automotrices en Europa para 2025.

Por Eric Nesich

Periodista especializado en Economía y Finanzas

Miércoles 11 de diciembre del 2024 a las 12:45 pm

 

Los fabricantes de autos europeos están teniendo un dolor de cabeza con la electrificación. Entre modelos caros, pocos puntos de carga, competencia feroz de China y regulaciones más estrictas de carbono, parece que el panorama no mejora. Para colmo, están los aranceles de Trump en el horizonte. Un cóctel explosivo.  

 

Julia Poliscanova, de Transport & Environment, no anduvo con vueltas: “Los autos europeos están atrasados y no le llegan ni a los talones a los chinos. Es culpa de ellos mismos”. Además, recordó que las ventas de autos siguen flojas después del Covid y las tasas de interés no ayudan.  

 

Por otro lado, se viene un apretón con las regulaciones: desde 2025, la Unión Europea va a exigir que los autos nuevos emitan menos CO2. Si se pasan, las multas serán severas. Por eso, la ACEA, que nuclea marcas como Volkswagen y BMW, pide que aflojen un poco con este tema. 

 

Sin embargo, para Poliscanova, frenar las regulaciones sería un error. “Si seguimos pateando la pelota, la industria europea va a terminar desapareciendo”, sentenció.  

 

Los números no son alentadores. Stellantis lidera las pérdidas con un 37% menos en el año, mientras Volkswagen y BMW también caen. La excepción es Renault, que logró un 19% de suba gracias a su baja exposición a mercados como China y Estados Unidos.  

Rico Luman, de ING, pinta un panorama complicado. Los autos eléctricos, aunque son el futuro, no son tan rentables como los híbridos o los convencionales. “La clave es que sean más accesibles”, asegura.  

 

Algunas marcas ya mostraron modelos más baratos, pero no llegarán al mercado hasta 2025. Mientras tanto, los consumidores siguen esperando precios que no rompan el bolsillo.  

 

El camino a la electrificación no será fácil. Si bien los legisladores podrían dar un poco más de margen, las marcas tienen que invertir fuerte. Las decisiones que tomen ahora marcarán si Europa puede recuperar su lugar o queda atrás en la carrera global.  

 

En pocas palabras, la industria está en una encrucijada: o se adapta rápido o el futuro será eléctrico... pero no europeo sino chino.

 

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