La industria textil argentina en crisis por aumento de importaciones y la caída de la producción local

El sector textil argentino enfrenta un panorama alarmante debido al crecimiento de importaciones, que alcanzan un 67 % del mercado. La producción local se ve amenazada, impactando en el empleo y la competitividad de las empresas nacionales.

Viernes 23 de mayo del 2025 a las 12:22 pm

 

La industria textil argentina muestra señales de alarma frente al aumento de las importaciones y la caída de la producción local. La Fundación ProTejer reveló que, en el primer trimestre del año, las importaciones de ropa y textiles para el hogar se dispararon.

 

Según los datos de la entidad, la ropa importada creció un 86 % interanual, mientras que los textiles para el hogar aumentaron un 109 %, alcanzando cifras récord. Actualmente, los productos importados representan un alarmante 67 % del mercado textil argentino, dejando a la ropa nacional con sólo un 33 % del consumo interno.

 

La situación es aún más preocupante en los shoppings, donde el 75 % de las prendas que se venden son de origen extranjero. Desde ProTejer señalaron que esta tendencia no solo refleja una creciente presión externa, sino también una debilidad estructural en la industria nacional.

 

"El retroceso se comienza a traducir en el cierre de empresas, pérdida de empleo y de eslabones clave dentro de la cadena de valor", advirtieron. La competencia desleal que enfrentan las industrias locales se ve agravada por políticas económicas que favorecen las importaciones.

 

Uno de los factores fundamentales detrás de este fenómeno es el precio de la indumentaria extranjera, que ha alcanzado niveles muy bajos en la última década. La apreciación del peso, la reducción de aranceles y la eliminación de controles aduaneros son variables que han contribuido a esta situación, incluso permitiendo la subfacturación, sobre la que ProTejer también advirtió.

 

La diferencia en los precios muestra que en el primer trimestre de 2025, la cantidad de productos importados casi se duplicó, pero los valores en dólares no mostraron un aumento proporcional. Un claro ejemplo de esto es que los tejidos de punto ingresaron al país con un precio FOB promedio un 45 % menor al de 2015-2024. Además, el comercio electrónico ha crecido, lo que ha llevado a una expansión de la infraestructura aeroportuaria para gestionar el aumento de demanda, especialmente en envíos individuales de ropa.

 

Por otro lado, también se han reducido los derechos de importación para varios productos textiles. Para la indumentaria y el calzado, por ejemplo, los aranceles disminuyeron del 35% al 20%, mientras que para los tejidos y hilados las cifras también reflejan una baja considerable. La Fundación ProTejer también indicó que, entre diciembre de 2023 y marzo de 2025, los precios de prendas de vestir y calzado subieron un 92 %, mientras que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) general se disparó un 136 % en ese mismo lapso.

 

Esto sugiere que la baja en precios no se relaciona con una mayor competencia, sino que es consecuencia de la disminución del consumo por la pérdida del poder adquisitivo. Al abordar los elevados precios de las prendas locales, ProTejer enfatizó que el 80 % del costo final de una prenda premium se debe a factores que no están relacionados con el proceso productivo. Los impuestos diversos representan el 50% del precio, mientras que los costos financieros y de alquiler agregan un 30%, junto con un 12% adicional por logística y marketing. Así, solo un 8% del precio total corresponde a la producción local.

 

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