General Motors frena la producción de autos eléctricos en EE.UU por recorte de subsidios

La automotriz suspenderá en diciembre la fabricación de dos SUV eléctricos Cadillac en Tennessee y ajustará su plan de lanzamientos. La quita de beneficios fiscales golpea de lleno la demanda.

Por Eric Nesich

Periodista especializado en Economía y Finanzas

Hace 4 horas

General Motors (GM) volvió a encender las alarmas en la industria automotriz con la decisión de recortar la producción de vehículos eléctricos en una de sus plantas clave en Estados Unidos. Según trascendió, la compañía detendrá durante diciembre la fabricación de los SUV Cadillac Lyriq y Vistiq en su complejo de Spring Hill, Tennessee, donde hoy salen dos de sus modelos eléctricos más importantes.

 

La medida se suma a un ajuste mayor: entre enero y mayo del próximo año, GM reducirá fuerte la producción de estos vehículos y despedirá temporalmente a uno de los dos turnos de trabajadores. Además, ya programó paradas de una semana en octubre y noviembre. A todo esto se agrega la postergación indefinida de un segundo turno en la planta cercana a Kansas City, donde estaba previsto iniciar la producción del Chevy Bolt EV a fin de año.

 

Consultada por Reuters, la compañía justificó la decisión como un ajuste estratégico en línea con el crecimiento más lento del mercado de eléctricos, al tiempo que destacó la flexibilidad de su estructura fabril para alternar entre modelos a batería y motores a combustión.

 

El telón de fondo es la política de la administración Trump. La Casa Blanca aprobó en julio un paquete fiscal que eliminó el crédito al consumidor de US$ 7.500 para la compra de autos eléctricos, vigente durante casi 15 años. Ejecutivos del sector venían advirtiendo que sin ese subsidio las ventas caerían. La propia CEO de GM, Mary Barra, había anticipado en diciembre pasado: “El crédito fiscal de $7,500 está impulsando la demanda; sin eso, eso se ralentizará”

La nueva legislación también congeló las multas que las automotrices debían pagar si sus vehículos no cumplían con los estándares de eficiencia de combustible. El incentivo, ahora, se corre hacia los autos a gasolina, una señal clara para la industria que venía invirtiendo miles de millones en electrificación.

 

Si bien GM logró en agosto su mejor mes de ventas de eléctricos con 21.000 unidades colocadas, los números siguen lejos de los pronósticos optimistas de hace unos años. La mayoría de los fabricantes todavía pierden dinero con cada auto a batería que venden, y la quita de apoyo federal pone cuesta arriba el camino.

 

En este marco, los analistas señalan que China y Europa siguen llevando la delantera, en la carrera global de electrificación, mientras Estados Unidos arriesga un retroceso. Los defensores de los autos verdes advierten que, sin políticas públicas que acompañen, será difícil sostener el ritmo de innovación y adopción masiva.

 

De todos modos, en GM buscan transmitir tranquilidad. Duncan Aldred, jefe de la compañía en América del Norte, aseguró esta semana: “A medida que nos adaptamos a las nuevas realidades del mercado de vehículos eléctricos, la fortaleza de nuestra cartera de vehículos eléctricos continuará separando nuestras marcas del resto y nos brindará una flexibilidad y rentabilidad de las que carecen las empresas de vehículos eléctricos”.

 

Las acciones de General Motors cotizaban apenas al alza en el día de hoy, a 57,91 dólares cada una.

 

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