Este Cedear registrará la peor caída de sus ingresos desde la pandemia

Esta empresa de calzado y ropa deportiva se encuentra en un callejón sin salida, con ganancias por el piso y exceso de stock sin vender. Preocupación entre sus accionistas.

Por Eric Nesich

Periodista especializado en Economía y Finanzas

Jueves 20 de marzo del 2025 a las 1:50 pm

 

Nike (NKE) arrancó el año con las ventas por el piso y un panorama complicado. Sus últimos números no dejan dudas: las billeteras de los estadounidenses están más cerradas que nunca, y ni las zapatillas más cancheras lograron tentarlos.  

 

Según datos de Sensor Tower, las descargas de las apps de Nike cayeron un 35% en comparación con el año pasado. Y no solo eso: la cantidad de gente que fue a las tiendas físicas también bajó un 11%, de acuerdo con la consultora Raymond James. Esos locales que antes rebalsaban de clientes ahora andan medio vacíos.  

 

Y para sumar otro dolor de cabeza, Foot Locker, uno de los principales minoristas de Nike, avisó que los descuentos para liquidar el stock viejo les van a hacer un agujero en los márgenes de ganancia este año. O sea, menos plata para repartir. No es menor si pensamos que más del 60% de los productos que venden son de Nike.  

 

 

Nuevo jefe, viejos problemas 

 

Desde octubre, la empresa tiene nuevo capitán: Elliott Hill. Pero el mercado no parece muy convencido de su gestión. Desde que asumió, las acciones de Nike se desplomaron un 19%, mientras que Adidas, su eterno rival, logró mantenerse con números en verde. Hill tiene que remar contra la corriente y, por ahora, no se ven señales claras de recuperación.  

 

El analista David Swartz, de Morningstar, la tiene clara: dice que sacar un par de modelos nuevos no alcanza. Para que Nike vuelva a pisar fuerte, necesita inventar una nueva franquicia que facture miles de millones, algo así como cuando lanzaron las míticas Air Jordan. Pero claro, eso lleva tiempo, y la paciencia no es precisamente una virtud de los inversores.  

 

Se espera que Nike anuncie una caída del 11,5% en sus ingresos del último trimestre, quedándose con unos 11.010 millones de dólares. Para ponerlo en contexto, no le iba tan mal desde el desastre de la pandemia en 2020. Además, las ganancias por acción también van a dar que hablar: pasarían de 77 centavos a apenas 29.  

Los accionistas quieren saber cómo piensa Nike arreglar sus relaciones con los minoristas y, sobre todo, qué van a hacer con los 8 mil millones de dólares en inventario acumulado. Porque si no venden rápido, ese stock podría convertirse en un dolor de cabeza todavía mayor.  

 

A pesar del bajón, no todo es tan negro. Hill metió algunas jugadas interesantes para reflotar la marca. Sacaron a la cancha las Pegasus Premium y las Vomero 18, modelos para correr que buscan reconectar con los fanáticos del running. Además, se aliaron con Skims, la marca de ropa de Kim Kardashian, para lanzar una línea femenina que podría ser clave para meterse en ese mercado tan competitivo donde marcas como Lululemon y Vuori dominan.  

 

Y para los nostálgicos, Nike volvió a aparecer en el Super Bowl con su primer anuncio en 27 años. La idea fue clara: apuntar a las mujeres. En el comercial, la estrella del básquet femenino Caitlin Clark se llevó todas las miradas, mostrando que Nike quiere recuperar terreno en la cultura pop y en el deporte femenino.  

 

Las acciones de Nike cotizaban a la baja un -0,64% a 72,65 dólares cada una este jueves por la tarde.

 

 

 

 

 

 

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