Milei llevó su plan económico al corazón de los inversores en Los Ángeles

En apenas 24 horas de visita, el Presidente buscó mostrar a la Argentina como un terreno fértil para capitales en sectores clave. El objetivo: transmitir que, más allá de la incertidumbre política, las reformas van a continuar.

Por Eric Nesich

Periodista especializado en Economía y Finanzas

Hace 0 horas

Lejos del clima enrarecido de la campaña electoral argentina, Javier Milei eligió un escenario bien distinto: un auditorio repleto de empresarios de peso en Los Ángeles. Frente a representantes de las finanzas, la energía, la tecnología y el entretenimiento, el mandatario expuso durante 40 minutos lo que varios definieron como un “pitch” de país: vender a la Argentina como una oportunidad de inversión de escala global.

 

El encuentro, organizado por el Instituto Milken, reunió a más de 80 figuras del mundo corporativo. Estaban nombres como JPMorgan, Chevron, Amazon Web, Coinbase y hasta representantes de la industria del entretenimiento como Paramount. La presencia de Milei en ese ámbito apuntó a un mensaje central: Argentina puede ser un socio confiable para quienes busquen proyectos de largo plazo, bajo el paraguas del Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI).

 

Según testigos, Milei no esquivó el tema que más preocupa a los empresarios: la política. Reconoció que su espacio tiene hoy una representación acotada en el Congreso, pero aseguró que, aún en el peor escenario electoral, “menos que eso no vamos a tener”. De ese modo, buscó dejar claro que el rumbo económico –apertura, desregulación y disciplina fiscal– no se va a detener tras las elecciones de octubre.

Entre los pasillos del hotel, la recepción fue positiva. Hubo quienes calificaron la exposición como “impresionante” y otros que remarcaron la claridad técnica con la que el Presidente explicó su plan. Pero también se escucharon voces más cautas: “Me gusta la política económica, pero la gran pregunta es si podrá seguir gobernando”, deslizó un empresario tecnológico.

 

La apuesta de Milei es clara: que el capital privado se anime a avanzar aun en medio de la incertidumbre política. “Si apostamos por Milei, ganamos todos”, resumió un financista a la salida del evento, que se mostró optimista y hasta habló de nuevas compras de bonos argentinos.

 

En apenas un día, el Presidente buscó algo más que titulares: quiso instalar en el radar de los grandes fondos globales la idea de que Argentina puede volver a ser un destino atractivo. Ahora, la duda que sobrevuela entre los inversores es si el respaldo electoral local será suficiente para darle la espalda al escepticismo histórico y convertir las promesas en desembolsos concretos.

 

De regreso a Buenos Aires, Milei se reencuentra con la otra cara de la moneda: una sociedad polarizada y un calendario electoral cargado de tensión. Su desafío será que el entusiasmo de los salones de Los Ángeles no se diluya en el barro de la política doméstica

 

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