Caputo avanza con un crédito de hasta US$ 7.000 millones para afrontar los pagos de enero

El ministro de Economía confirmó que negocia con bancos privados un préstamo para cubrir intereses sin tocar reservas. También aseguró que el Gobierno atraviesa “el mejor momento macro” y que el riesgo país podría bajar en las próximas semanas.

Por Eric Nesich

Periodista especializado en Economía y Finanzas

Hace 1 hora

El ministro de Economía, Luis Caputo, salió a marcar la cancha y confirmó que está negociando con bancos privados un crédito por hasta US$ 7.000 millones, con la mira puesta en evitar que el pago de intereses de enero le pegue a las reservas. “Los bancos nos ofrecieron US$ 6.000/7.000 millones y estamos viendo cuánto le tomaremos”, explicó durante un encuentro organizado por El Cronista. La intención, según dijo, es que “el pago de enero no haga que bajen las reservas”, un tema que para el Gobierno es central después de varios meses de ajuste monetario.

 

Caputo habló desde temprano en el evento “Líderes”, donde compartió escenario con CEOs y ejecutivos de grandes firmas. Allí insistió con que, por primera vez en décadas, el país alcanzó “un orden macroeconómico sólido por decisión política”. Y remarcó que el presidente Javier Milei tuvo “los cojones de llevar adelante los cambios” que no se habían concretado antes. A su entender, la victoria electoral reciente fue una ratificación de ese rumbo: “Era un test para ver si la gente seguía comprometida con el cambio y se ganó por paliza”, afirmó, convencido de que eso consolidó la gobernabilidad.

 

El titular del Palacio de Hacienda aseguró que este nuevo escenario les permite acelerar reformas estructurales y destacó que Estados Unidos —al que definió como “el país más importante del mundo”— es hoy uno de los principales aliados del Gobierno junto con Israel. Con ese combo sobre la mesa, proyectó un 2026 “muy optimista”, con mejores condiciones para volver a los mercados y acumular reservas “de manera coordinada y tranquila”.

 

Los dichos del ministro se dieron en la previa a la jura de los nuevos diputados, un momento clave para La Libertad Avanza, que con 95 bancas quedará como primera minoría. Caputo aprovechó además para despejar rumores sobre un crédito gigante de US$ 20.000 millones: “No hay ninguna posibilidad de que los bancos le presten a un país ese monto. Eso lo hablábamos con Estados Unidos y dos más para armar un fondo, pero cuando se descomprimió el ‘riesgo kuka’ elegimos hacerlo por las nuestras”.

El funcionario reiteró que el objetivo central es que el pago de enero no afecte las reservas y que, una vez aprobado el paquete de leyes que enviará el Gobierno, el riesgo país debería empezar a bajar. También adelantó que se comunicará paso a paso cómo será el proceso de acumulación de reservas y el acuerdo con los bancos privados.

 

Caputo volvió a defender el esquema de bandas cambiarias, señalando que el mercado local es demasiado chico —con jornadas de apenas US$ 90 millones— y que cualquier intervención fuerte desacomodaría los precios. Para él, la oferta de dólares debería venir por la cuenta financiera, es decir, por inversiones, lo cual considera saludable.

 

Sobre la compra de reservas, detalló que si la base monetaria se mantiene constante en términos reales, podría absorberse un incremento nominal del 25%, lo que permitiría adquirir alrededor de US$ 7.000 millones sin necesidad de esterilizar. A eso le sumó que una recuperación de la demanda de dinero de uno o dos puntos del PBI podría aportar entre US$ 7.000 y US$ 20.000 millones adicionales sin generar costos financieros. De todos modos, advirtió que esa estrategia requiere que haya una oferta de dólares suficiente, porque si la emisión no es acompañada por demanda, reaparecen presiones inflacionarias.

 

La señal que busca dar el Gobierno con este movimiento apunta directamente a los mercados: mostrar que la Argentina puede financiarse por sus propios medios y sin recurrir a acuerdos gigantescos que condicionen la política económica. En esa línea, Caputo insiste en que la estabilidad lograda en los últimos meses no es casualidad sino el resultado de disciplina fiscal y un tipo de cambio administrado con lupa.

 

En paralelo, en el oficialismo aseguran que el paquete de leyes que ingresará al Congreso será la pieza clave para sostener la confianza. Entre medidas fiscales, cambios regulatorios y nuevas reglas para la inversión, la apuesta es consolidar un clima donde el financiamiento internacional vuelva a fluir. Caputo, por lo pronto, confía en que el crédito en negociación será el primer paso para ese deshielo.

 

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