La recaudación tributaria de junio creció 43% y mostró señales de estabilización
Después de un mal mayo, los ingresos fiscales repuntaron en junio. El IVA, las exportaciones y los aportes a la seguridad social lideraron la recuperación.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
La recaudación tributaria de junio trajo algo de alivio para las cuentas públicas. Según informó la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), el mes cerró con ingresos por 16,2 billones de pesos, lo que representa una suba del 43 por ciento en términos interanuales. Si se descuenta la inflación, el aumento real fue del 2,4 por ciento. Un dato que, tras la caída registrada en mayo, marca un pequeño repunte en los números fiscales.
El principal motor de este crecimiento fue el Impuesto al Valor Agregado (IVA), que tuvo un incremento del 50,5 por ciento interanual, con una mejora real del 8 por ciento. Dentro de ese total, el IVA Impositivo creció 54,3 por ciento, mientras que el IVA Aduanero lo hizo en un 44 por ciento. Este rendimiento está vinculado directamente con el consumo y con las operaciones comerciales que lograron sostenerse pese al freno económico.
Otro impulso importante vino de la mano de las exportaciones, que aportaron 1,2 billones de pesos al fisco. Esa cifra representa un salto del 183,9 por ciento respecto al mismo mes del año anterior. El crecimiento estuvo favorecido por dos días hábiles adicionales y por el incremento del tipo de cambio, lo que elevó la recaudación en dólares liquidada en pesos.
Los aportes a la seguridad social también mostraron un buen desempeño. En junio alcanzaron los 3,5 billones de pesos, un 57,5 por ciento más que un año atrás. ARCA explicó que este aumento se debe principalmente a la mejora en la remuneración bruta promedio, que arrastró consigo una mayor carga tributaria por parte de empleadores y trabajadores.
En el caso del Impuesto a los Combustibles, la suba fue del 81 por ciento interanual. El salto responde a una actualización en la base del tributo que venía demorada desde hace varios meses. En cuanto al Impuesto a las Ganancias, la mejora fue más moderada, con un alza del 14,7 por ciento. Esto se explica en parte por la alta base de comparación de junio de 2023, cuando se había registrado el último vencimiento de mayo de ese ejercicio fiscal.
Más allá de los tributos centrales, también hubo movimientos fuertes en otras áreas. Los ingresos por Bienes Personales crecieron 265 por ciento interanual, motorizados por los vencimientos del período fiscal 2024 y la actualización de parámetros según el índice de precios. El impuesto a los Créditos y Débitos subió 21,4 por ciento, mientras que los impuestos aplicados a las importaciones treparon un 96,4 por ciento, con una mejora real del 40 por ciento.
Desde ARCA aclararon que parte de este crecimiento se explica por factores técnicos y de calendario. La falta de prórrogas en los vencimientos de Ganancias, por ejemplo, generó una base comparativa más baja para este año, lo que potenció las subas porcentuales.
Si bien el repunte de junio es moderado, marca un corte con respecto al desplome registrado en mayo. Los números comienzan a mostrar señales de estabilización en la recaudación, aunque los desafíos siguen presentes. La evolución de la inflación, la actividad económica y el tipo de cambio serán claves para sostener este leve crecimiento en la segunda mitad del año.