La balanza de pagos entró en rojo: déficit de más de 5 mil millones en el arranque del año
El Indec destacó un drástico cambio en la balanza de pagos, con un déficit de U$S5.191 millones, impulsado por el aumento del gasto en turismo y la caída del superávit comercial.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
El primer trimestre de 2025 dejó números preocupantes en la economía argentina: más gasto afuera, menos superávit comercial y un turismo que sigue vaciando los bolsillos. Las cuentas no cierran y la deuda sigue subiendo.
El comienzo de 2025 vino con malas noticias en materia de plata que entra y sale del país. Según datos del Indec, la balanza de pagos registró un déficit de 5191 millones de dólares en el primer trimestre. Un cambio total respecto al mismo período del año pasado, cuando el saldo había sido positivo.
La razón principal: el gasto en servicios, sobre todo en turismo al exterior, se disparó. Pero no fue lo único. También se achicó el superávit comercial, lo que complicó aún más la foto general. En el mismo trimestre, el endeudamiento neto del país subió a 5137 millones de dólares. Nada que ver con los 176 millones de superávit del primer trimestre de 2024.
Uno de los datos que más llama la atención es el déficit en la balanza de servicios, que llegó a 3152 millones, y el achique del superávit en bienes, que cayó 3010 millones respecto al año pasado. El combo perfecto para que los números no cierren ni con calculadora nueva.
El comercio exterior también tuvo un cimbronazo. Si bien hubo un superávit comercial de 2060 millones de dólares (con exportaciones por 18702 millones e importaciones por 16642 millones), fue mucho más chico que el del primer trimestre de 2024, cuando el saldo había sido de 5070 millones. El aumento de las importaciones es lo que hizo la diferencia.
El panorama general de la cuenta de servicios también fue negativo: 4502 millones de dólares de déficit, cuando el año pasado era de apenas 1351 millones. Esto se debe a más viajes al exterior y fletes más caros, por el boom de importaciones. O sea, más compras afuera y más gasto en traerlas.
También se sumó a la cuenta el costo de los intereses que genera la deuda, tanto con organismos internacionales como con el famoso swap con China. Todo eso engrosa el rubro llamado otra inversión, que también cerró con saldo negativo.
El informe del Indec muestra que al 31 de marzo las reservas del Banco Central estaban en 24986 millones, lo que significa una baja de 4653 millones respecto al cierre del trimestre anterior. Mientras tanto, la deuda externa total llegó a 278073 millones de dólares.
Y lo que viene no pinta mejor. Las proyecciones muestran que el déficit de la cuenta corriente podría seguir empeorando en el segundo trimestre, por culpa de más importaciones, más viajes y menos turistas que vengan a dejar dólares. En mayo, por ejemplo, el superávit comercial se desplomó un 77%, con menos exportaciones y más compras al exterior.
Como si fuera poco, el Banco Central informó que en abril la cuenta corriente del balance cambiario tuvo un déficit de 636 millones de dólares, lo que marca el undécimo mes seguido con números en rojo. Una tendencia que preocupa y que, por ahora, no muestra signos de frenarse.