Julio dejó el superávit comercial más alto del año

Las exportaciones pegaron un salto y las importaciones se frenaron. El saldo positivo llegó a casi USD 1.000 millones en medio de un mes marcado por la tensión cambiaria.

Por Eric Nesich

Periodista especializado en Economía y Finanzas

Hace 1 hora

El comercio exterior volvió a dar aire en julio y el superávit comercial alcanzó el mejor registro de 2025: USD 988 millones. El dato no es menor, porque llega en un contexto de volatilidad cambiaria, con un dólar oficial que se movió fuerte durante el mes, y cuando el Gobierno necesitaba mostrar números sólidos para calmar la plaza.

 

Según el INDEC, la explicación está sobre todo en el repunte de las exportaciones, que crecieron 7,5% contra julio del año pasado y alcanzaron los USD 7.727 millones. En la comparación con junio también hubo una mejora del 3,1% descontando factores estacionales, lo que muestra que la recuperación es más que un simple rebote.

 

Las importaciones, en cambio, se mostraron mucho más quietas. En términos interanuales aumentaron 17,7%, llegando a USD 6.738 millones, pero la suba respecto de junio fue de apenas 0,1%, después de dos meses seguidos de caída. Es decir, la demanda de productos del exterior no termina de arrancar con fuerza, lo que también ayuda a sostener el saldo positivo.

 

El dato de julio estuvo atravesado por un elemento que no se puede dejar de lado: la escalada del dólar oficial. La cotización subió 14% de punta a punta en el mes y 6% en el promedio, lo que metió presión en los precios internos pero al mismo tiempo generó un incentivo a vender más al exterior. Los exportadores aprovecharon la mejora relativa en la competitividad, mientras que los importadores se vieron obligados a recalcular sus decisiones de compra ante un costo más alto.

En los despachos oficiales leen el resultado como una señal positiva. No solo porque el superávit es el más alto del año, sino también porque marca un contraste con la tendencia más floja que se había visto en los primeros meses de 2025, cuando la balanza mostraba más debilidades que fortalezas. Sin embargo, los analistas advierten que todavía no hay margen para relajarse: la estabilidad del comercio dependerá de cómo siga la película del dólar y de la demanda global de productos argentinos.

 

Sectores como el agro y la industria automotriz aparecen entre los más beneficiados del mes, con despachos que mejoraron tanto en volumen como en precio. La soja y sus derivados, junto con la exportación de autos y autopartes, volvieron a ser protagonistas del ingreso de divisas. Del lado de las importaciones, en tanto, los rubros vinculados a la energía y los bienes de capital explican gran parte de la factura, aunque sin el salto que se había observado en otros momentos.

 

Lo cierto es que el saldo de julio ofrece un poco de oxígeno al Gobierno en medio de un escenario económico complicado. En el corto plazo, el desafío será sostener este superávit sin depender únicamente del freno a las importaciones, algo que tarde o temprano impacta en la actividad local.

 

 

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