Gabriel Rubinstein prevé un superávit fiscal "robusto" para 2024
El funcionario también subrayó la importancia de una rápida unificación del tipo de cambio y la eliminación de restricciones.
Por Gonzalo Andrés Castillo
Redactor especialista en finanzas y mercado de capitales
Durante una charla en la Universidad Torcuato Di Tella, Gabriel Rubinstein, viceministro de Economía, dio a conocer que se espera un superávit fiscal "robusto" para 2024, haciendo hincapié en que, si bien alcanzar esta meta podría no ser el aspecto más desafiante, la verdadera prueba radica en mantenerla con el tiempo.
Fuentes oficiales informaron que se presentará un documento complementario que abordará el gasto tributario para su discusión en el parlamento junto con la propuesta presupuestaria. En este contexto, Rubinstein también insinuó la posibilidad de "flexibilizar las restricciones cambiarias" con un ingreso adicional de USD 45.000 millones.
En medio de lo que el Ministerio de Economía describe como una serie de sacudidas políticas y económicas negativas, se busca establecer un ancla estabilizadora para las expectativas. Previo a las elecciones primarias, el organismo reveló una agenda que incluía la colaboración con la Secretaría de Hacienda y otros departamentos para elaborar un presupuesto que apunte a un "déficit cero".
Esto ya supera la meta inicial de un déficit negativo del 0,9% del producto bruto interno (PBI) acordado con el Fondo Monetario Internacional para el año siguiente. Sin embargo, el secretario de Política Económica elevó las apuestas, afirmando que el superávit fiscal es una base necesaria, aunque no suficiente, para cualquier política de estabilización.
Fuentes gubernamentales sugirieron que podría presentarse un documento aparte al parlamento, similar al año anterior, para evaluar los gastos tributarios, que en conjunto reducen los ingresos en un estimado del 4,5% del PBI.
A su vez, Rubinstein subrayó la importancia de una rápida unificación del tipo de cambio y la eliminación de restricciones, advirtiendo contra una situación en la que los riesgos de reversión de políticas sean elevados.