El mapa político que tenés que tener en cuenta a la hora de invertir
En las elecciones legislativas pasadas “Elecciones 2021”, la coalición gobernante empezó una serie de fracciones y quiebre internos por “culpas” del resultado electoral. Fue desde allí cuando el presidente rompió relaciones y se intenta una serie de uniones con el ala más radicalizada, fracaso, para poder mantener el orden institucional.
Por Lautaro Saavedra
Asesor Financiero & Politico. Fundador de Eles Invest. Trader de Opciones, Acciones y Crypto.
Argentina está viviendo uno de sus momentos históricos más parecidos a su historia más reciente, pero también con nuevas sensaciones en su psicología social política, por parte de sus dirigentes.
Si analizamos cómo se forma el poder podemos decir, a grandes rasgo que, es la capacidad de hacer y elegir el destino de la vida de los demás. Diríamos entonces que el presidente de la nación tendría que tener esa potestad para poder marcar el rumbo de la nación tanto en lo político y por consecuencia de la dirección política, marcar el horizonte económico. Caso ocurrente en Argentina que cuenta con un presidente que no tiene dicha capacidad o que cuenta con esa capacidad legal pero no legitima.
Argentina tiene un curioso sistema electoral donde se presentan elecciones y contiendas electorales cada dos años, podríamos mencionar que se intercalan importancia pero ambas son necesarias para llevar adelante el “querer” del político gobernante. En las elecciones legislativas pasadas “Elecciones 2021”, la coalición gobernante empezó una serie de fracciones y quiebre internos por “culpas” del resultado electoral. Fue desde allí cuando el presidente rompió relaciones y se intenta una serie de uniones con el ala más radicalizada, fracaso, para poder mantener el orden institucional.
Al despuntar el 2022 se miraba quienes jugarían para el presidente y quienes pondrían el pacho por la vice. Entonces entró en vigencia el acuerdo con el FMI, apoyado por la oposición pero desacreditado por la opción más dura. Pasado el tiempo, el kirchnerismo de la mano de Máximo y su grupo social “La Cámpora” intentan generar una seria musculación en los sindicatos, apoyando cismas internos y generando un cisma incluso en la misma CGT, tratando de destronar la dinastía Moyano.
Entrando mayo de 2022 el dato de inflación hizo tambalear el puesto de los aliados del presidente Guzmán, Kulfas y Moroni. Esto debido a la gran presión del ala kirchnerista, presionando por un aumento de tarifas de un máximo 20% anual, pero un FMI presionando por generar unas tafias más acorde a la “realidad fiscal y económica” de la Argentina, exigió una reformulación y reforma en sus sistema de gastos. Sabemos que la manera de llegar a los 20%, pretendidos por el kirchnerismo, es mediante subsidios, por lo tanto más gasto público, trae más deuda y más emisión monetaria.
Tenemos como fecha clave junio, donde tenemos unas de las peores temperaturas, la gente necesitara gas, el gobierno deberá comprar o solucionar el sistema para suministrar Gas, pedido excluyente de La Cámpora. También se realizará el pago de aguinaldo por esa fecha. Tenemos una fecha límite que es el periodo máximo permitido por el FMI para dar un veredicto sobre el tema tarifas. Alberto Fernández y Guzmán juegan su última carta de poder, confiar 100% en las habilidades de Guzmán y su equipo para poder segmentar y no causar daño en el electorado clave a contener por parte de La Cámpora (electorado que intenta ganar para las elecciones con el argumento de solucionar su problema con subsidios). Si le sale bien a Guzmán, será una piña y un examen “A” sobre la prueba puesta por el instituto patria. Pero si le sale mal, la primera cabeza que rodara será la del ministro de economía.
Desde el ala más radicalizada con CFK están con los cañones de punta para atacar en un pequeño paso en falso, pero las recientes declaraciones de dirigentes cercanos es que, unas de las piedras para ejecutar el plan de Guzmán son Martínez y Basualdo. Este dirigente dijo que Alberto tiene vía libre para poder correr de lugar a ellos. Pero desde un análisis minucioso, quien decida correr una ficha del otro será el que desencadene el problema mayor de fractura que podría terminar con una renuncia de peso para jugar las elecciones de 2023. Esta es una ruleta rusa elaborada por CFK y entregada en las manos de Alberto Fernández.
La coalición gobernadora trabaja duro en el sistema de segmentación, sin una agenda pactada por parte del presidente y apunta a desarrollar una estrategia, salga bien o salga mal, para saber cómo transicional al MECON. En casa Rosada y en el instituto patria nadie quiere ser el que prenda la bomba de ruptura, porque se estaría tragando el voto duro del otro lado como muy negativo para sí mismo, quieren hacer parecer que están mal pero que no quieren romper y que si se rompe es por una cuestión de resultados “decisión propia” y no de estrategia política por hambre de poder. El oficialismo se encuentra en una situación crítica donde el presidente y su grupo, apadrinados por el FMI y con las habilidades de Guzmán llevadas al máximo de su uso contra un kirchnerismo pidiendo sangre y victoria electoral sin importa el cómo lo realiza.
En torno a la oposición de JxC, en su ala más moderada están tornándose muy cerca del oficialismo gobernante, con un Gerardo Morales muy cerca de Massa y negociando cargos en el consejo de la magistratura, de una manera muy particular. En el otro lado del ring se encuentra Mauricio Macri, con fuertes avances entre su opinión publica, esto envalentonó al ex presidente a tomar decisiones de empezar a plantear y probar una futura ruptura del frente opositor. El flamante ex Presidente habló con sus diputados y dirigentes expresando que “la unión porque sí no tiene sentido”, que la gente busca un cambio y no una moderación. Esto atacoóa frentes como el de Carrio con su Coalición Cívica y sobre todo golpeo a un Horacio Larreta muy desgastado en su imagen interna en el JxC.
Mario Negri por su parte llamó a un zoom con sus radicales nacionales y expresó que está preocupado pero quiere bajar los ánimos en torno a la disputa, no quiere romper con Mauricio Macri pero tampoco está dispuesto a aceptar los pedidos del ex presidente, quien golpeó al frente opositor por apoyar el Presupuesto y la ley de cannabis medicinal.
Analizamos a un Macri jugando cartas importantes queriendo borrar el 6% de los radicales por el 18% de los libertarios. Se analiza que si Macri va por separado de JxC alcanzaría un ballotage y en este caso el voto de Milei y Espert serían para Macri. Aquí este ensayaría un segundo mandato presidencial o en otra medida el ingeniero se uniría a Avanza Libertad para generar una alquimia interesante derechista sin necesidad de dar explicaciones a los radicales.
El día viernes 20 se llevará a cabo un acto en el corazón del peronismo, La Matanza, con dirigentes sociales y dirigentes del JxC. Macri no estaría presente, viaja a Medio Oriente ¿Se verá un clima hostil para Macri y Bullrich?, ¿O veremos un siga siga y se patea para más adelante?
Se están empezando a jugar las cartas poderosas de cara a las elecciones de 2023. Si vemos una ruptura del frente opositor, miraremos una reacción positiva del mercado, si las encuestas de alta frecuencia marcarían el sentimiento nacional como positivo o como posible de una segunda vuelta.
El candidato del frente oficial sería el embajador Daniel Scioli. Cuando salga a luz de manera oficial el tema de Scioli, el mercado empezaría a tener miedo pero dependerá y tendremos que estar atentos al movimiento de Macri, jugador clave para que un candidato por mercado gane las elecciones de 2023. Debemos poner especial atención a una salida del ministro Guzmán, que implicaría la reacción negativa del mercado y la oportunidad para realizar movimiento binarios.