Domingo Cavallo revela su estrategia para bajar la inflación
El padre de la convertibilidad fue muy crítico con los políticos actuales y detallo los pasos que se deberían seguir para estabilizar la economía.
Por redacción
El ex ministro de Economía y reconocido como "padre de la convertibilidad", Domingo Cavallo, publicó un artículo en su blog personal en el que aborda la peligrosidad de aspirar a una hiperinflación como solución a los problemas económicos del país.
El texto, cuyo titulo es "Aspirar a que una hiperinflación licue gastos y pasivos, lejos de ayudar a estabilizar, se constituirá en un gran obstáculo", busca revelar los diferentes caminos por los que un gobierno podría optar para bajar finalmente la inflación y estabilizar la economía nacional.
En el mismo, Cavallo argumenta que la idea de que una hiperinflación pueda licuar gastos y pasivos y, por lo tanto, ayudar a estabilizar la economía, es errónea y peligrosa. En realidad, sostiene que una hiperinflación solo traerá consigo la ruina y la destrucción de la economía.
Luego, argumenta que "para estabilizar y volver a crecer se necesita producir un fuerte ajuste fiscal que permita dejar de aumentar el endeudamiento del Banco Central". El ex ministro de economía hace mucho énfasis en que, si bien el problema principal radica en bajar la inflación, para lograr esto se debe recorrer una transición de ajuste fiscal muy fuerte.
Con respecto a este punto, expresa que las dos estrategias para realizar este ajuste se diferencian principalmente de la herramienta a utilizar, y que elegir mal la herramienta podría provocar una crisis aún peor que la actual.
Herramientas para lograr el ajuste fiscal
En su publicación, el economista declara que ningún dirigente político ni economista profesional discute la realidad de que se necesita un fuerte ajuste fiscal para poder estabilizar la economía, pero que si existen discusiones acerca de como se puede lograr ese ajuste.
Según su artículo, existen dos caminos posibles:
1. El primero consta de una reforma del estado con eliminación de los organismos, empresas y fuentes de gastos que no son esenciales y que sólo sirven para distribuir beneficios a funcionarios políticos y miembros de corporaciones que por largo tiempo lograron obtener prebendas y privilegios; y
2. Mientras que el segundo camino es una fuerte devaluación con su consecuente salto inflacionario y default de la deuda externa e interna para licuar gastos y pasivos.
"La reforma del Estado, las privatizaciones, la eliminación de impuestos distorsivos, la apertura de la economía y el anclaje nominal de las expectativas de inflación son indispensables para que se pueda derrotar definitivamente a la inflación en un período de dos años", concluye Cavallo.