Argentina al revés del mundo: Los precios de los alimentos vuelan
La problemática de suba de precios en Argentina no logra encontrar un alivio. Específicamente, los alimentos se aceleran de forma tal que aumentan desmedidamente a contramano de lo que sucede en el resto del mundo.
Por Adrián Roque Moreno
Redactor. Economista.
Argentina otra vez preocupa por el incremento de los precios de alimentos locales en comparación con los internacionales que bajaron ligeramente en febrero por undécimo mes consecutivo, según informó el viernes la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
En este contexto, consultoras estiman para el segundo mes del año una inflación similar a la de enero y advierten por presiones que impulsarán los precios en marzo.
Febrero cerró con una suba generalizada de precios similar a la de enero, en torno al 6%. En un mes habitualmente “tranquilo”, el alza en los alimentos traccionó también a los distintos indicadores. Según advierten los analistas, quedó un piso muy alto para marzo, algo que, sumado a distintos factores estacionales, sumaría presión al dato del IPC.
Si bien las cifras varían según cada consultora, sobre todo a raíz de la composición de las canastas relevadas, en todos los casos se percibe que la división “alimentos” subió en febrero por encima del nivel general de inflación. La suba de la carne empujó al alza el rubro con mayor incidencia dentro del Índice de Precios al Consumidor.
Aunque este índice "ha descendido un poco en los últimos meses, la inflación de los precios alimentarios está alcanzando niveles prohibitivos en muchos países", en particular en África, afirmó la FAO.
Estos últimos ascendieron 6,9% hasta su "nivel más alto en seis años, debido principalmente a una revisión a la baja de las previsiones de producción para 2022/23 en India, y a un descenso de los precios internacionales del crudo y del etanol en Brasil".
La cotización de los cereales se mantuvo "prácticamente sin cambios" comparado a enero. El precio del trigo aumentó ligeramente debido a la preocupación por la sequía en Estados Unidos, pero "la fuerte competencia entre los países exportadores" limitó el alza.
La FAO también anunció sus estimaciones para la producción mundial de trigo en 2023. La agencia de la ONU prevé una cosecha de unos 784 millones de toneladas, que sería la segunda mayor jamás registrada, gracias en particular a los agricultores estadounidenses que han ampliado su superficie, animados por la subida de los precios del cereal.