El Gobierno modifica los aranceles de importación para textiles y calzado
El Gobierno, bajo la firma de Javier Milei y su equipo, ajusta los aranceles a textiles y calzado. La medida busca reducir precios en un sector que ha experimentado aumentos, impactando así en el poder adquisitivo.
El Gobierno argentino ha emitido un nuevo decreto que modifica los aranceles para la importación de productos textiles, confecciones y calzado, todo en el marco de los acuerdos comerciales establecidos por el MERCOSUR. Esta medida, ya anunciada y que ha encontrado resistencia en la industria, se propone reducir los precios en un sector que, especialmente en 2024, ha experimentado aumentos que superan el índice general de inflación.
El decreto lleva la firma del presidente Javier Milei, del ministro del Interior, Guillermo Francos, y del ministro de Economía, Luis Caputo, y contempla cambios en el Derecho de Importación Extrazona (D.I.E.) referentes a ciertas posiciones arancelarias de la Nomenclatura Común del MERCOSUR (N.C.M.). A lo largo de los años, el Arancel Externo Común (A.E.C.) para estos productos ha sido objeto de modificaciones. Por ejemplo, en 1994 se fijaron niveles de 14% para hilados, 18% para tejidos y 20% para confecciones y calzado. Sin embargo, en 2007 Argentina y Brasil decidieron elevar estos aranceles a 26% para tejidos y 35% para confecciones y calzado, mientras que Paraguay y Uruguay no variaron sus valores.
Desde la Secretaría de Comercio se justificaron estos cambios: “esta suba de aranceles establecida en 2007 se fijó como una medida transitoria, sujeta a estudios posteriores que nunca se realizaron”. Aseguran que esta normativa ha estado vigente durante 18 años, afectando directamente el precio de la indumentaria en Argentina. Un análisis de precios en comparación con otros países de PBI per cápita medio-alto, como España, México y Brasil, indica que en Argentina la ropa es más cara. Por ejemplo, una remera de marca internacional cuesta un 310% más que en España y un 95% más que en Brasil.
El Ejecutivo se muestra optimista, confiando en que estas reformas ayudarán a disminuir los precios de la indumentaria y a facilitar el acceso de los consumidores a productos más competitivos. Además, esta medida es parte de una estrategia más amplia para fomentar la competencia y reducir la inflación en el sector textil y del calzado. En 2024, la Secretaría de Industria y Comercio ya había comenzado a implementar esfuerzos en esta dirección, tales como la eliminación del control aduanero del etiquetado de productos. Desde el Gobierno afirman que esta decisión es un paso más en su programa para estimular la competencia y reducir los precios en el sector textil, con la intención de lograr un impacto positivo en la inflación.