Alejandro Oxenford fue confirmado como nuevo embajador argentino en Estados Unidos

El empresario argentino, fundador de OLX y LetGo, y con un MBA de Harvard, fue elegido como nuevo embajador argentino en Washington.

Por Eric Nesich

Periodista especializado en Economía y Finanzas

Miércoles 18 de junio del 2025 a las 2:15 pm

 

Alejandro Oxenford acaba de ser nombrado embajador argentino en Estados Unidos y, para muchos, el nombre sonó como una sorpresa. No viene del palo político, ni es un habitual de la rosca diplomática. Pero si hablamos del mundo tech y del emprendedorismo, tiene pergaminos de sobra. Fundó OLX y LetGo —dos unicornios que supieron destacarse en el mercado digital global—, y además estuvo detrás de DeRemate, esa vieja web de subastas online que terminó absorbiendo Mercado Libre.

 

No solo se codeó con figuras de peso del mundo empresario, sino que además mantuvo una buena relación con Marcos Galperín, fundador de Mercado Libre, a pesar de haber sido rivales en su momento. “Aprendí mucho de Marcos”, dijo Oxenford más de una vez. Habla de valores como la perseverancia y la ambición, pero de esa que empuja sin pisar cabezas.

 

Ahora, con este salto a la embajada en Washington, Oxenford cambia de juego. De negociar con startups y capitales de riesgo, pasa a sentarse con funcionarios de alto vuelo y a representar los intereses argentinos en uno de los destinos diplomáticos más calientes del mapa.

Su perfil, sin embargo, no se agota en los negocios. Es fanático del arte: fue presidente de ArteBA y tiene una colección privada que supera las 500 obras. Además, impulsa un programa de becas para artistas y defiende, con vehemencia, el rol de la innovación como motor de desarrollo. En el foro "Renacer de la libertad en la Argentina y el mundo" no se achicó: pidió mirar los datos antes que los símbolos y recordó que los países con más tecnología son también los que menos desempleo tienen. No lo dice como eslogan: lo cree de verdad.

 

Formado en Administración de Empresas en la UCA y con un MBA de Harvard bajo el brazo, Oxenford se fue del país cuando era chico. El secuestro de su abuelo durante la dictadura lo empujó a emigrar junto a su familia. Hoy vive en Río de Janeiro, pero no dejó de mirar a la Argentina con interés (y con esperanza, según él). “Por primera vez en décadas, tiene sentido ser optimista”, soltó hace poco. Un mensaje claro para los que creen que siempre estamos condenados al mismo loop.

 

También se despachó con una crítica dura —pero con números— hacia las gestiones previas al actual gobierno de Javier Milei. “En ningún país del mundo creció tanto el gasto público como en Argentina en los últimos 25 años, y al mismo tiempo aumentó la pobreza”

 

Después de que se conociera su designación, Oxenford no tardó en postear en X (antes Twitter): “Emocionado por esta designación como Embajador en EEUU. Estoy convencido que con dedicación y foco, lograremos un impacto significativo”. Cerró la publicación con una frase de Nelson Mandela que pinta su estilo: “El servicio público no es sólo un honor, es también una responsabilidad”.

 

El desafío que tiene por delante no es menor. La relación con Estados Unidos, en pleno rediseño de la política exterior argentina, es una pieza clave. Y Oxenford, con su mezcla de empresario global, gestor cultural y optimista crónico, llega para darle una impronta propia a una embajada que siempre estuvo ocupada por nombres de peso.

No será fácil, claro. Los vínculos entre Buenos Aires y Washington vienen cargados de temas sensibles: deuda, inversiones, comercio, geopolítica, relaciones con China, y mucho más. Pero si hay algo que Oxenford demostró hasta ahora es que sabe moverse en entornos complejos. Arrancó desde el sector privado, hizo pie en varios países, construyó empresas millonarias y se ganó un lugar de respeto.

 

 

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