El consejo de Bank of America: vender dólares y pasarse al carry trade en pesos
El mismo banco estadounidense que en enero decía que el dólar podía dispararse ahora recomienda vender dólares y pasarse a hacer tasa en pesos.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
Bank of America tiró una bomba: ve al dólar rondando los mil pesos y dice que es momento de "comprar pesos". Mientras Caputo hace campaña en Washington, vuelve con fuerza el juego del carry trade. Pero, los riesgos están a la vuelta de la esquina.
Luis Caputo metió primera en su gira por Estados Unidos y ya logró que todos los popes financieros de allá repitan su nuevo eslogan: "Esta vez es diferente". Desde el FMI hasta los colosos de Wall Street, varios compraron el relato. Y como si fuera poco, el Bank of America —uno de los bancos más pesados de EE.UU.— se despachó con un informe que no le cayó nada bien al ministro: recomienda vender dólares y pasarse a pesos.
Según el BofA, el billete verde va a moverse cerca del piso de la banda de flotación, que hoy está clavado en los $1.000. Y con eso en mente, invitan a los inversores a subirse otra vez a la bicicleta financiera. O sea: aprovechar el momento para hacer plata con pesos y después volver al billete verde.
En ese contexto, Milei también se puso en modo campaña. Lanzó varias indirectas: anticipó subas de retenciones, dijo que el dólar podría bajar de $1.000, y les tiró un guiño a los fondos especulativos que piensen quedarse medio año en el país. El JP Morgan, otro jugador de peso, salió a recomendar LECAPs hasta agosto del año que viene.
Ahora, no todo es color de rosa. El Bank of America también avisó que este "carry trade" viene con riesgos. Puede fallar si hay más inflación, si se agranda el déficit externo o si el dólar se pone más fuerte. Además, cualquier compra masiva de dólares por parte del Central o del Tesoro puede tumbar al peso.
En lo político, también tiran flores: creen que Milei va a andar bien en las elecciones gracias al rebote del PBI, la baja de la inflación y la caída de la pobreza. Ven un leve superávit fiscal para 2025 (1,6% del PBI), y un déficit externo que no complicaría tanto la llegada de dólares financieros.
Eso sí, todavía hay dudas. El Central no está logrando juntar reservas: tras el último desembolso del Fondo, calculan que hay US$39.000 millones brutos y unos US$4.000 millones netos. Lejos de los US$50.000 millones brutos que había en 2018.
La "buena noticia", según ellos, es que va a crecer la demanda de pesos. Esperan que en 2025 la economía crezca 5% y la inflación ronde el 32%. Y si hay más gente queriendo pesos, el dólar bajaría y el Central podría aprovechar para comprar divisas y reforzar sus reservas.
En resumen: para el BofA, el que apuesta al peso podría ganar. Una remake peligrosa de la histórica frase "el que apuesta al dólar pierde".