Tomar riesgos con propósito: el secreto de quienes logran lo que se proponen

Si queremos evolucionar, debemos intentar. Debemos intentar cosas distintas y mejorar algunas otras que venimos haciendo.

Por Lina Zubiria

Licenciada, Speaker, Trainer and Transfomation Force

 

Cuántas veces hemos escuchado que, para generar un cambio y por ende, para evolucionar, hay que salir de la famosa zona de confort.

 

Shannon L. Alder dijo que ¨la vida siempre comienza con un paso fuera de tu zona de confort¨.

 


¡Y así es! Si queremos evolucionar, debemos intentar. Debemos intentar cosas distintas y mejorar algunas otras que venimos haciendo. El intentar requiere dos acciones concretas: la voluntad y el valor de implicarnos para afrontar nuestros miedos.

 

Hacer lo seguro y lo que sabemos, es repetir. Que no está mal por supuesto, pero cuando necesitamos cambiar nuestros resultados, necesitamos cambiar nuestras acciones, y eso implica afrontar nuestras vulnerabilidades, implica atrevernos a arriesgarnos. 

 


Por lo general, solemos apreciar y valorar a quienes lo hacen, a quienes vemos tienen coraje, valentía. Pero cuando nos toca el turno a nosotros, nos escudamos y no nos animamos. Nos da miedo, nos genera incomodidad, nos da dolor, nos parece hasta incluso peligroso. Y viéndolo así, ¿Quién quiere pasar por esta situación?. Ahora bien, me gusta decir: los únicos que jamás caen, son los que jamás lo intentan. Nunca escuche a nadie que me haya dicho que su transformación fue fácil, pero tampoco nunca escuche a nadie que se haya arrepentido de haberse transformado. 

 


¿Por dónde empezar? Para atrevernos es mucho más fácil cuando estamos en entornos (empresas, familias, relaciones) que nos propicien cierta seguridad para hacerlo. Que nos den un mirada sincera, constructiva y comprometida. Pero muchas veces esto no nos sucede, y ahí está también el atreverse. El ¨atrevernos a arriesgarnos¨ a salir de dichos lugares o relaciones que no nos están permitiendo crecer, aprender. Que no nos están permitiendo ser quien queremos ser. 

 

¿Por dónde seguir? Aquí te dejo mis pistas para que el atreverte te sea más sencillo:

 

  • Conecta con tu propósito, aquello que le da sentido a tu vida.
  • Amígate con tu vulnerabilidad.
  • No le escapes al miedo, está bien que lo sientas, tan solo no dejes que te paralice.
  • Pensa en todo lo que te estas perdiendo por no atreverte.

Y no olvides lo que nos enseñó la madre Teresa de Calcuta: ¨La vida es una aventura, atrévete¨.
 

 

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