Las grandes petroleras dejan de apostar por las energías renovables

Las petroleras vuelven al petróleo mientras el cambio climático queda en segundo plano. 

Por Eric Nesich

Periodista especializado en Economía y Finanzas

Viernes 27 de diciembre del 2024 a las 11:18 am

 

El 2024 fue el año en el que las grandes empresas energéticas de Europa se replegaron hacia el negocio del petróleo y el gas, dejando de lado las inversiones en energías renovables. Aunque el discurso oficial sigue mencionando la transición energética, la realidad es que las prioridades se volcaron al corto plazo, buscando maximizar ganancias mientras los costos de la energía subían sin freno tras la invasión rusa a Ucrania.

 


Compañías como BP y Shell, que antes apostaban fuerte por la energía limpia, están reduciendo drásticamente sus compromisos. BP, por ejemplo, se deshizo de casi todos sus proyectos eólicos marinos para asociarse con una empresa japonesa. Shell, por su parte, frenó inversiones en renovables y debilitó sus metas de reducción de carbono.

 

Esto no pasa solo en Europa. En Estados Unidos, las petroleras como Exxon y Chevron están bien posicionadas, enfocadas únicamente en lo que siempre hicieron: petróleo y gas. ¿El resultado? Sus acciones están superando a las de las europeas que intentaron diversificar.


La vuelta de Donald Trump a la presidencia de EE.UU. también juega un papel clave. Con su historial de escepticismo climático, se esperan más trabas para las políticas verdes, dejando la puerta abierta para que el petróleo siga dominando. Además, en la reciente cumbre climática de la ONU en Bakú, quedó claro que los gobiernos están más preocupados por las crisis inmediatas que por los objetivos a largo plazo.

 


Con estas decisiones, las emisiones globales de carbono siguen aumentando, y el 2024 marcó un nuevo récord. Sin embargo, para las petroleras, el futuro a corto plazo está en aumentar la producción y satisfacer una demanda que, aunque floja en China, sigue siendo fuerte en otras partes del mundo.

 

Hoy día, las grandes petroleras están eligiendo lo conocido. El camino verde está lleno de obstáculos, y por ahora, el oro negro sigue reinando. ¿Será sostenible este modelo en el futuro? Solo el tiempo lo dirá.
 

 

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