El precio del petróleo sube a un máximo de tres meses
Entre los factores clave que contribuyeron a este repunte se encuentran la reducción de la oferta, el aumento significativo de la demanda de gasolina en Estados Unidos, las esperanzas de medidas de estímulo por parte de China y compras técnicas.
Por Gonzalo Andrés Castillo
Los precios del petróleo registraron una suba de más del 2% alcanzando su nivel más alto en tres meses, impulsado por diversos factores que impactan en el mercado energético global.
Entre los factores clave que contribuyeron a este repunte se encuentran la reducción de la oferta, el aumento significativo de la demanda de gasolina en Estados Unidos, las esperanzas de medidas de estímulo por parte de China y compras técnicas.
Además, la incertidumbre en los mercados internacionales, relacionada con el bombardeo de instalaciones de exportación de granos en Ucrania por parte de Rusia y los lanzamientos de múltiples misiles aparentemente realizados por Corea del Norte, ha generado tensiones adicionales y ha influido en el incremento de los precios del petróleo.
Sorprendentemente, este rebote se produjo a pesar de las expectativas del mercado en torno a posibles subas en las tasas de interés por parte de los bancos centrales de Estados Unidos y Europa. Estas alzas podrían afectar negativamente el crecimiento económico y disminuir la demanda de petróleo, pero no han sido suficientes para frenar el alza en los precios del crudo.
Los analistas han destacado que este incremento en la cotización de la materia prima también se debe a los recortes en la producción realizados por la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+). La reducción en los suministros ha contribuido a generar condiciones más estrictas en el mercado, lo que se suma a una mayor demanda de gasolina y combustible para aviones durante el verano.
Por otro lado, la actividad comercial en la zona euro se ha contraído más de lo esperado debido a una baja en la demanda en la industria de servicios y una caída en la producción fabril, lo que podría tener implicaciones en el panorama económico global y afectar la demanda de crudo en el futuro cercano.