Trump suspendió por un mes los aranceles a los automóviles de México y Canadá
El polémico presidente americano les dio un mes de gracia a las automotrices en su guerra comercial. El tema es que los aranceles a México y Canadá impactarán de lleno en la industria automotriz estadounidense
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
Menos de dos días después de haber metido un arancel del 25% a todos los productos de México y Canadá —y de que los mercados se desplomaran—, Donald Trump decidió este miércoles darle un mes de respiro a los autos importados de esos países. La jugada viene después de que las automotrices estadounidenses pegaran el grito en el cielo, porque el nuevo impuesto les daba de lleno.
La movida del presidente vino tras un llamado de atención de los directorios de Ford, General Motors y Stellantis, que estaban desesperados por zafar del golpe. El martes a la noche, en un mensaje al Congreso, Trump defendió su postura proteccionista y reconoció que esto podría traer "algunos problemas en el camino".
Trump y su Gusto por los Aranceles
Desde que arrancó su mandato, Trump viene con la idea de meterle impuestos a las importaciones para achicar el déficit comercial y forzar a otros países a negociar en sus términos. Esta vez, usó el tema de la inmigración ilegal y el fentanilo que entra por la frontera como excusa para castigar a México y Canadá, aunque está claro que el trasfondo es puramente económico.
Los fabricantes advirtieron que, si la medida seguía firme, los autos nuevos iban a subir más de 10.000 dólares, lo que haría que los compradores prefieran vehículos asiáticos o europeos. De hecho, el CEO de Ford, Jim Farley, avisó que esto “le iba a meter un agujero a la industria automotriz estadounidense”.
Una Pausa, pero la Guerra Sigue
Desde la Casa Blanca anunciaron que los autos que pasen por el T-MEC tendrán un mes de gracia. Pero esto no significa que Trump haya dado marcha atrás: sigue firme con su idea de meter más aranceles el 2 de abril, en lo que llama “impuestos recíprocos”.
La noticia hizo que Wall Street respirara un poco después de la caída del martes. Sin embargo, las represalias ya empezaron: China y Canadá respondieron con medidas comerciales propias, y México anunció que va a hacer lo mismo en los próximos días.
¿Más Inflación en el Camino?
Más allá de la discusión política, los economistas advierten que esta guerra de aranceles puede meterle más presión a la inflación en EE.UU., que ya viene complicando a la gente. Algunos calculan que esto puede impactar en el PBI entre 0,5% y 1%, lo que sumaría más tensión a la Reserva Federal para controlar los precios.
En el mundo de las inversiones, el ida y vuelta de Trump genera incertidumbre. Muchos inversores ya están sacando su plata, porque nadie tiene claro qué va a pasar. Michael Farr, un peso pesado del sector financiero, lo explicó bien claro: “Wall Street venía bancándose la retórica de los aranceles como puro verso; la reacción de esta semana es porque el verso se convirtió en realidad”.
La pregunta del millón es: ¿Cuánto más va a tensar la soga Trump antes de que la economía empiece a mostrar señales de desgaste? Por ahora, el show sigue y el comercio mundial está en vilo.