Por qué la economía puede hacer perder la elección a los demócratas este 5 de noviembre

A pocos días de las elecciones, una parte importante de los votantes de Michigan, estado clave en la contienda, expresa un descontento creciente con la situación económica bajo la administración demócrata. En 2020, muchos de ellos respaldaron a Joe Biden, esperanzados en una recuperación sólida tras la pandemia. Sin embargo, el aumento de los precios de alimentos, alquileres y servicios básicos, sumado a los desafíos laborales y una percepción de menor poder adquisitivo, está inclinando sus votos hacia el candidato republicano, Donald Trump.

En términos generales, estos votantes mencionan que, aunque han mejorado en el ámbito laboral, no pueden ignorar que el costo de vida ha subido drásticamente. El alquiler, por ejemplo, ha llegado a duplicarse en varios casos, y productos básicos como la carne y los comestibles han visto un incremento considerable de precio. “Hoy en día, la vida es mucho más cara”, afirman algunos, recordando cómo ciertos productos básicos eran considerablemente más asequibles hace solo unos años.

A pesar de que los indicadores económicos de Estados Unidos se destacan internacionalmente —con bajas tasas de desempleo y un crecimiento salarial constante— el aumento de los costos diarios ha afectado el sentir general de los votantes. Estos factores han hecho que el 61% de los votantes de estados en disputa considere que el país va en la dirección equivocada, y el 68% piense que el costo de vida sigue escalando sin solución a la vista.

Frente a este panorama, la campaña de Harris promete medidas como el combate a la especulación en los precios y un crédito fiscal por hijo. Por otro lado, Trump propone estrategias centradas en recortar impuestos para las horas extras, imponer aranceles para proteger la manufactura local y llevar a cabo una política de deportaciones masivas para reducir la competencia en el mercado laboral. No obstante, los economistas advierten que los aranceles pueden elevar aún más los precios de los productos de consumo, mientras que la eficacia de las propuestas de Harris para combatir la inflación aún no ha sido probada.

A nivel general, los votantes en Michigan perciben una desconexión entre los datos económicos nacionales y su situación cotidiana. Para ellos, los altos costos de la vivienda, los alimentos y otros bienes reflejan una realidad mucho más tangible que las estadísticas de empleo y crecimiento. En resumen, muchos sienten que las propuestas económicas de los candidatos demócratas no logran calmar sus preocupaciones, mientras que las de Trump, aunque cuestionadas, parecen más alineadas con sus demandas de cambio económico.