Europa se le planta a Trump: amenaza con ir contra las Big Tech si no hay acuerdo por los aranceles  

El conflicto entre la Unión Europea y Estados Unidos está que arde. Después de que Donald Trump impusiera un arancel del 20% a las importaciones europeas, el bloque no descarta ninguna opción para responder si no logra negociar una salida. Y entre esas opciones, aparece una que podría dolerle mucho a EE.UU.: darle mano dura a las gigantes tecnológicas americanas.  

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ya avisó que Europa tiene varias cartas para jugar, desde sanciones comerciales hasta regulaciones más estrictas. "Si nos quieren apretar, tenemos con qué responder", dijo el martes y lo reafirmó el jueves.  

El problema arrancó porque la administración Trump decidió calcular los aranceles en base al déficit comercial de bienes que EE.UU. tiene con cada país, sin considerar los servicios ni las inversiones. Con ese criterio, no solo castigó a la UE con un 20%, sino que también le clavó aranceles del 40% a países como Vietnam y Sri Lanka.  

Europa, por su parte, no se quedó callada. Argumenta que, en términos generales, el comercio entre ambos bloques está equilibrado si se miran bienes y servicios en conjunto. Pero claro, a Trump eso no le importa: lleva meses quejándose de que el mercado europeo es un dolor de cabeza para las empresas de su país.  

Las tecnológicas, el talón de Aquiles de EE.UU.  

Una de las armas más pesadas que tiene Europa para responder es ir contra el negocio de las tecnológicas de EE.UU., que dependen muchísimo del mercado europeo. Empresas como Apple, Google, Amazon, Meta y Microsoft están en la mira, y podrían sufrir regulaciones más duras o incluso restricciones para operar en la región.  

Según analistas económicos, la UE podría demorar licencias, limitar contratos públicos o imponer nuevas reglas sobre el almacenamiento de datos. Incluso podría avanzar con la Ley de Mercados Digitales (DMA) para cortarles el poder de mercado a las empresas que considera demasiado dominantes.  

Trump ya había usado la presión sobre las Big Tech como argumento para justificar sus aranceles. En febrero, dijo que la UE estaba "extorsionando" a las empresas yanquis con impuestos y multas digitales, y usó eso como excusa para subir aún más las tarifas comerciales.  

La situación podría escalar rápido. Si Europa decide apretar el acelerador con las represalias, el conflicto comercial podría escalar a niveles impensados, afectando no solo a las empresas, sino también a los consumidores europeos, que dependen mucho de los servicios digitales de EE.UU.  

Para implementar sanciones con el Instrumento Anticoerción (ACI), la UE necesita el visto bueno de 15 de los 27 países miembros, lo que podría llevar varias semanas. Sin embargo, si Trump sigue en esta línea, es cuestión de tiempo para que Europa tome medidas más drásticas.  

En definitiva, el choque entre estos dos gigantes recién empieza. Lo que parecía un simple aumento de aranceles se convirtió en una bomba de tiempo que podría explotar en cualquier momento.