En medio de la guerra comercial, China opta por comprar grandes cantidades de soja brasileña
En los últimos años, China diversificó sus proveedores agrícolas y fortaleció su relación comercial con Brasil, que ya se consolidó como su principal fuente de soja.
Por Gonzalo Andrés Castillo
Redactor especialista en finanzas y mercado de capitales
Esta semana, las trituradoras de soja en China realizaron una compra inusualmente grande de soja brasileña, adquiriendo al menos 40 cargamentos en apenas unos días.
La operación respondió al aumento de las tensiones comerciales con Estados Unidos, que hizo inviable la importación de cultivos estadounidenses. Además, los importadores aprovecharon la reciente caída en los precios brasileños, los cuales habían subido en meses anteriores debido al deterioro de las relaciones entre Pekín y Washington.
En los últimos años, China diversificó sus proveedores agrícolas y fortaleció su relación comercial con Brasil, que ya se consolidó como su principal fuente de soja. No obstante, el grano estadounidense todavía representaba una parte significativa del comercio agrícola bilateral.
Y esta semana, la situación se agravó luego de que el presidente Donald Trump incrementara los aranceles a productos chinos al 125%, lo que llevó a una respuesta de Pekín con un arancel del 84%.
Según la información provista, los cargamentos brasileños se entregarán entre mayo y julio y suman al menos 2,4 millones de toneladas, casi un tercio del volumen mensual que China suele triturar.
Aunque es habitual que el país recurra a la soja brasileña desde febrero, cuando Sudamérica lidera las exportaciones, la escala y rapidez de esta compra resultaron excepcionales.
Cabe señalar que, además de los factores geopolíticos, los márgenes de ganancia por trituración también motivaron la compra, ya que el precio de la harina de soja aumentó en medio de la incertidumbre comercial.
Si bien los importadores comerciales evitaron la soja estadounidense en los últimos meses por temor a represalias arancelarias, el Estado chino realizó algunas compras puntuales para reponer reservas estratégicas, sobre todo antes de la asunción de Trump.
De cara al futuro, si las tensiones persisten, la soja brasileña podría encarecerse hacia el cuarto trimestre, cuando China suele depender de la nueva cosecha estadounidense, lo que mantendrá a los compradores atentos a nuevas oportunidades de mercado cuando los precios bajen.