El real brasileño no para de perder valor frente a la victoria de Trump en EEUU

La victoria de Donald Trump en EEUU impactó de lleno contra algunas monedas latinoamericanas, tales como el real. Con el real brasileño subiendo, el balance de la cuenta corriente se pone más difícil, y encima veranear en Brasil va a salir una ganga para los argentinos en los primeros meses del 2025.

Acá en Argentina, el triunfo de Trump fue bien recibido porque en el Gobierno tienen la esperanza de que la buena onda entre Milei y Trump, más la amistad con Elon Musk (que también estuvo metido en la campaña), ayude a tener una relación mejor con el FMI. La idea es que esto permita un desembolso de dólares frescos y que sirva para ir liberando el cepo de a poco, sin que sea un quilombo.

El dólar en Brasil ya subió un 18,3% este año. En octubre se aceleró y, desde que ganó Trump, solo en tres días, el dólar subió un 1,2%. Mientras tanto, acá el ajuste del tipo de cambio es al 2% mensual, y algunos creen que podría aflojarse para mantener el famoso carry trade después de la baja de las tasas. En China, el dólar también viene subiendo desde octubre, y después de las elecciones en Estados Unidos, pegó un salto del 1,1% en solo tres días.

Al devaluarse las monedas de los países sudamericanos, esto hace que el peso se aprecie en comparación, lo cual no le conviene para nada al plan de Milei y Caputo porque le resta competitividad a la economía.

Este atraso cambiario sigue haciendo que se pierda competitividad. El Índice del Tipo de Cambio Real Multilateral (ITCRM), que saca el Banco Central, estaba el viernes en 81,9 puntos, casi como cuando Milei asumió, en 81 puntos, un nivel tan bajo que pedía a gritos una devaluación. Y bueno, la devaluación terminó siendo más fuerte de lo que se pensaba, con el dólar subiendo un 118%, pero esa competitividad se esfumó rápido.

Para el verano de 2025, se viene un aumento grande del turismo argentino al exterior, lo cual va a hacer sangrar divisas. Estiman que esta salida de dólares podría llegar a unos USD 3.000 millones solo por turismo, muy por encima del saldo comercial de septiembre, que fue de USD 981 millones. En pocas palabras, el balance cambiario total va a quedar bastante golpeado por esta fuga de dólares, impulsada por las ganas de los argentinos de pasear afuera.