De qué forma podemos invertir en Oro | Dolarhoy.com

De qué forma podemos invertir en Oro

Cuando pensamos en el metal dorado, no pensamos en el número atómico 79 de la tabla periódica ni nada por el estilo. Por lo general cuando pensamos en oro nos imaginamos joyas, lingotes, y su equivalente en dinero.

Por Facundo Medina Aimale

Asesor Financiero

 

El metal precioso se conoce desde la antigüedad, ha provocado movimientos poblacionales enormes a lo largo de la historia debido a la “fiebre del oro”, y se valora en la joyería por su color llamativo, y en la industria por su maleabilidad y anticorrosión.

 

Entre sus principales usos se destaca:

 

  • Joyería, principalmente (cerca del 80% del oro circulante)
  • Respaldo financiero: muchos países tienen reservas en Oro (EEUU, Alemania, Rusia, Suiza, China, entre otros).
  • Elemento de conducción eléctrica (celulares, tablets, televisores, etc. lo utilizan como parte de sus componentes, hardware de pc, etc.)
  • Elemento de protección en la industria aeroespacial
  • Odontología y ortodoncia

Sin embargo, lo que nos interesa abordar en esta nota es el uso que durante años se le ha dado como activo de preferencia para refugiarse ante la incertidumbre global.

 

¿Por qué tener oro en una cartera de inversiones?

Como parte de una estrategia de cartera diversificada, el oro es un activo “descorrelacionado” con el resto de los activos bursátiles, teniendo un comportamiento inverso (“correlación negativa”) en momentos de riesgos geopolíticos o incertidumbre en los mercados. Así, toma un rol defensivo en la cartera, protegiendo el rendimiento global de la misma debido al aumento de sus valores frente a la caída de los mercados.

 

Sólo cabe observar el rendimiento del oro (línea amarilla) frente al índice Nasdaq (línea celeste) en la crisis inmobiliaria del 2008 y durante el Corona-crash en 2020, respectivamente:

 

 

 

 

6 formas de invertir en ORO:

  • Compra física de joyas: La existencia de un mercado poco confiable, grandes spreads (diferencial entre el precio de compra y de venta), y el hecho de que se mueve a veces en una economía “subterránea” o no declarada, lo hacen una opción poco atractiva para inversores serios.
  • Compra física de lingotes y/o monedas de oro: Se accede a través de un puñado de Bancos que se encuentran en la city financiera. Para su adquisición se debe demostrar origen de fondos y completar la documentación necesaria con fines tributarios. Entre sus principales inconvenientes se encuentra el resguardo, que corre por cuenta del comprador transportarlo y almacenarlo en un lugar seguro, o pagar un servicio de depósito (ejemplo: Cajas de Seguridad de Bancos). Otro inconveniente en la adquisición de esta modalidad es el hecho de la existencia de un spread considerable entre las puntas compradora y vendedora, en ocasiones mayor a las subas que pudieran reflejarse en el precio internacional del metal, haciendo que la permanencia en cartera debido a la falta de liquidez del mismo sea un factor a considerar. En algunos Bancos se observa un spread mayor al 30% entre la compra y la venta. Esto, sin duda alguna, es un factor a considerar para alguien interesado en adquirir un lingote.
  • Compra virtual de lingotes y/o monedas de oro: Empresas internacionales, principalmente situadas en Inglaterra y Suiza, entre otras jurisdicciones, permiten la compra y almacenamiento de oro, pudiendo abonarlo con tarjeta de crédito, y una vez comprado solicitar envío internacional del lingote (con elevados costos de logística), o algunas empresas incluso brindando una tarjeta de débito para “gastar” el equivalente de ese oro almacenado. Cabe destacar que desde la implementación del cepo cambiario, la mayoría de estas empresas no pueden ser fondeadas por este medio desde la Argentina, y que son pocas las que brindan la confiabilidad necesaria para operar tranquilamente a un inexperto en la materia.
  • Operar futuros de oro: A nivel local, mediante la plataforma de un broker habilitado en Rofex, como Bull Market, se pueden operar en pesos Contratos de Futuros de Oro, que si bien no permiten la compra directa del metal, son derivados financieros con los cuales se especula con la variación del precio del oro. En estos instrumentos incluso se puede utilizar apalancamiento el cual permite operar el equivalente a grandes cantidades con un monto de dinero mucho menor, amplificando la ganancia (o las pérdidas). Siendo un instrumento de naturaleza compleja, se sugiere adentrarse en el estudio de su operatoria, o recurrir a profesionales que nos orienten en cómo utilizarlos de forma responsable para nuestra cartera.
  • Comprar acciones de empresas relacionadas al oro: En el mercado se pueden comprar acciones de empresas que trabajan con el metal de referencia, ejemplo mineras, que por su actividad tienen una correlación elevada con el precio internacional del commoditie, permitiéndonos exponernos a sus movimientos. A nivel local, contamos con Cedears de empresas como:
    • La canadiense Barrick Gold (ticker: GOLD) la cual se encuentra posicionada como una de las empresas más grande del mundo en su sector.
    • La sudafricana Harmony Gold Mining Co. (ticker: HMY) es la más grande de su país.
    • La también canadiense Yamana Gold (ticker: AUY), siendo ésta también minera de Plata y Cobre, por lo que su comportamiento económico puede diferir de las otras.

En Wall Street se puede encontrar un abanico mayor de empresas relacionadas directa o indirectamente al metal dorado.

 

  • Comprar ETFs de oro en Wall Street: ETF es la sigla en inglés de exchange-traded fund, o sea “fondo de inversión cotizado”, lo que significa que son Fondos de Inversión con oferta pública y mercado secundario. Estos fondos, a los que se accede con una cuenta de inversión en el exterior, son comprados como cualquier otro activo, y permiten replicar (copiar / imitar) el movimiento y por ende el rendimiento del oro a través de distintas variables. Algunos ETFs destacables son:
    • SPDR Gold Shares (ticker GLD): es el mayor ETF que existe con exposición al oro. Este ETF a través de la tenencia propia de lingotes de oro se asegura de replicar con precisión la cotización internacional del oro.
    • iShares MSCI Global Gold Miners ETF (ticker RING): a diferencia del anterior, éste sigue el metal de forma indirecta, ya que replica el desempeño de una canasta de empresas mineras de amplia cobertura geográfica (entre estas empresas incluso se encuentra Barrick Gold, comentada con anterioridad). En épocas donde se observa un rally alcista del metal, por lo general este ETF ha tenido un rendimiento mayor que GLD, anteriormente citado, sin embargo también se expone a un mayor riesgo ya que su desempeño depende del rendimiento y eficiencia propia de las empresas que componen la canasta.
    • ProShares Ultra Gold (ticker UGL): al igual que GLD, sigue el comportamiento del oro a través del precio internacional de la onza, sin embargo lo hace con apalancamiento, de modo de duplicar (2x) el resultado o desempeño, tanto en sentido positivo como negativo. De carácter más agresivo, especialmente útil para momentos donde se observa un claro rally alcista, y se desee operar en corto plazo para aumentar el rendimiento de la cartera.
    • VelocityShares 3x Inverse Gold ETN (ticker DGLD): de carácter ultra agresivo, y con una complejidad que exige ser operado por aquellos que tengan la experiencia y el estómago necesario, este ETF supone una doble particularidad: no sólo está apalancado por tres (3x) sino que además replica de forma inversa el rendimiento del oro, lo que significa que gana valor cuando el precio del metal cae, y viceversa. Debe ser utilizado con sumo cuidado y en ocasiones puntuales, con un análisis profundo de la coyuntura y un timing preciso.

Como vemos, “no todo lo que es oro brilla”. Este metal es mucho más versátil a la hora de invertir que sólo comprar una joya o lingote, y ofrece multiplicidad de instrumentos para aprovechar sus variaciones de precio, en mercados que ofrecen liquidez y no sufren los spreads abismales ni la falta de liquidez a los que se enfrenta el comprador de oro físico, y ni hablar del peligro que supone transportar o atesorar el metal uno mismo. La Bolsa nos ofrece opciones más seguras, baratas y confiables.