¿Qué chanchito inversor sos?
Todos conocemos la historia de los tres chanchitos y el lobo feroz. Hoy te cuento por qué este cuento para niños esconde lecciones importantes para tus inversiones.
Seguramente alguna vez escuchaste la historia de los tres chanchitos y el lobo feroz. Los tres hermanos quisieron construir su casa, pero lo hicieron de manera diferente. Y así también fueron sus resultados, a los dos primeros se los comió el lobo mientras que el tercero pudo construir una casa fuerte y segura? ¿Sabés qué chanchito sos y por qué esto es fundamental para tus inversiones?
La trampa del plazo fijo
El primer chanchito, como bien recordarás, era un hermano vago, al que no le gustaba nada trabajar. Entonces, para construir su casa usó la paja, porque era blanda y fácil de atar. Así logró terminar su casa más rápido que los otros. Se sentía muy contento por eso, pero cuando llegó el lobo, en un soplido derribó su casa.
Este chanchito inversor es el que busca retornos cómodos a corto plazo. No quiere esperar para ver los frutos del esfuerzo. Sólo puede pensar en horizontes de tiempo de pocos meses para sus ahorros. En Argentina, esto suele ocurrir cuando se hace un plazo fijo, que es una de las alternativas que tiene más a mano un inversor. Con las tasas nominales por las nubes, el plazo fijo te da la ilusión de estar obteniendo una gran renta y poder gastarte esos intereses.
Pero la realidad es que te estás descapitalizando sin darte cuenta. En los últimos 15 años, el plazo fijo jamás logró ganarle a la inflación. Mucha gente no es consciente del riesgo que está corriendo al hacer un plazo fijo. Por eso es importante conocer esto para buscar mejores alternativas.
El dólar es de madera
El segundo chanchito pensó en construir su casa de madera, un poco más fuerte que la paja. Además, tenía muy a mano la madera porque vivía en el medio de un bosque. Así que puso manos a la obra y construyó su casa. Pero, al igual que con el primer chanchito, el lobo pudo derribar su casa soplando un poco más.
Este chanchito inversor es el que compra dólares para guardarlos en el colchón. Parece una decisión sólida, pero a largo plazo terminás perdiendo contra la inflación. A pesar de que en el imaginario popular el dólar siempre sube, en 10 de los últimos 15 años no sirvió para ganarle a la inflación.
El esfuerzo da la mejor recompensa
Por último, tenemos al tercer chanchito. Este chanchito quería construir una casa fuerte y segura, que durara muchos años. Y estaba dispuesto a hacer un gran esfuerzo para lograrlo. Los ladrillos no estaban a mano, pero los fue trayendo y con eso despacio fue levantando su casa. Entonces cuando llegó el lobo, no pudo tirarla abajo, por mucho que lo intentó.
Este chanchito sería el inversor disciplinado, que tiene un perfil a largo plazo, un plan de inversión y paciencia para esperar. Por eso, le gusta invertir en empresas con buenos negocios, que puedan dar rendimientos de forma consistente. Por ejemplo, una forma de hacerlo es en empresas de Estados Unidos que conforman el índice S&P 500. Estas empresas han otorgado rendimientos mayores a la inflación en 9 de los últimos 15 años, teniendo una tasa histórica de rendimiento de 9% en dólares.
Es que se trata de las mayores empresas de la economía más grande del mundo. Y se puede acceder desde Argentina a través de los Cedears, en pesos y desde montos muy bajos.
Por supuesto que este chanchito no invierte sin informarse y asesorarse antes y tampoco debés hacerlo vos. Siempre antes de hacer cualquier inversión tenés que tener en cuenta tu perfil de riesgo y horizonte de inversión.
