Préstamos UVA: ¿Ayuda o estafa?

Los préstamos UVA fueron la alternativa para reactivar los préstamos Hipotecarios, pero realmente ¿ayudaron a los tomadores a poder financiarse a largo plazo o por el contrario generaron mayores inconvenientes que beneficios? En este artículo analizaremos en detalle los puntos más relevantes del asunto.

Por Julián Gómez

Certified International Investment Analyst

Viernes 21 de mayo del 2021 a las 12:37 pm

 

Con el cambio de Gobierno allá por fines del 2015, se introdujeron una batería de medidas económicas muy distintas a las de los gobiernos precedentes, entre ellas, se creó en el año 2016 el índice UVA (unidad de valor adquisitivo) informado por el BCRA con la intención de reactivar el Mercado de créditos. Claramente esta medida debía ser acompañada por otras que resolvieran el problema de fondo para el país que siempre fue primordial “La Inflación”, básicamente lograr mantener estable el valor de nuestra moneda como objetivo fundamental. Verdaderamente a nuestro País siempre le costó poder resolver este tema y es el día de hoy que aún no se le encuentra una solución, quizás por diferentes motivos, pero lo cierto que en este escenario la posibilidad de tomar créditos a largo plazo se hizo cada vez más difícil. Teniendo en cuenta estas condiciones la aparición de los préstamos hipotecarios medidos en UVA surgieron como una buena alternativa para las entidades financieras con el objeto de poder constituir nuevamente préstamos a largo plazo, fundamentalmente créditos hipotecarios muy demandados por las personas físicas en la plaza local. Estos comenzaron como préstamos en pesos a tasa fija, ajustable por el Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER) que refleja el Índice de Precios al Consumidor y que está expresado en Unidades de Valor Adquisitivo (UVA).

 

Lo primero que nos preguntamos en ese momento es cómo se mediría el UVA, ya que la estructura del crédito va a estar valuada en este índice, por lo tanto, pedimos prestados pesos, pero debemos UVA. En un comienzo en Marzo del 2016 el índice UVA tenía un valor de $14,05, que equivalía al costo promedio de la construcción de un metro cuadrado dividido por 1.000. Por supuesto mes a mes este índice fue variando al ritmo del índice de inflación, que como comentamos más arriba siempre estuvo sujeto a fuertes aumentos debido a que el país sistemáticamente genera inflación por diversos motivos difícil de resumir en pocas palabras. La voluntad política por resolver este problema no fue suficiente y ninguna medida aislada logró el cometido de las buenas intenciones. Desde ya los préstamos UVA no podrían ser beneficiosos a priori si la inflación siguiera su curso ascendente, pero la pregunta es ¿por qué? Bueno en principio debemos tener en cuenta las siguientes variables para poder analizar cuán conveniente era tomar un crédito de estas características en ese momento:

 

  • Importe solicitado en el préstamo: Una de las ventajas de los préstamos UVA es que al tener una cuota inicial relativamente baja respecto a los préstamos a tasa fija en pesos de ese entonces, otorgaban la posibilidad de solicitar mayores sumas de dinero.
  • Las tasas de interés: Otra ventaja de los préstamos UVA es que aparentaban ser a tasas muy inferiores a lo que el tomador tenía establecido, debido a que era un préstamo con características totalmente distintas a lo que se conocía.
  • El plazo para su devolución: Bueno claramente los préstamos hipotecarios tienen la característica de planificar un plan de pago a largo plazo, por consiguiente, se podía financiar grandes cantidades de dinero con tan sólo poder pagar un % mínimo de la cuota con el ingreso disponible.
  • Estimación de la inflación: Este es un punto muy importante, ya que cuanto más plazo se otorgase el préstamo, más difícil sería su estimación y mayor riesgo claramente se estaría afrontando. Esto simplemente es debido a que, al estar la deuda atada a la inflación, a medida que la inflación vaya aumentando, estaríamos debiendo mayor suma de dinero en pesos.
  • Valor de la propiedad a comprar: Otro tema que no es menor, ya que cuando estamos tomando un crédito hipotecario, es para poder financiar la compra de un inmueble y sabemos que los mismos están valuados en dólares en nuestro mercado local. A medida que el tipo de cambio fuera aumentando, el subyacente del préstamo, es decir la propiedad comprada y adeudada tendría mucho más valor.
  • Incremento del salario: Finalmente la variable de ajuste y la más importante para poder tomar la decisión con la cual vamos a definir si el resultado de la operación fue una buena o una mala decisión.

 

 

Uno de los aspectos más significativos es que muchos tomadores desconocían estos elementos y no fueron asesorados al momento del otorgamiento. Estos préstamos son de muy largo plazo con alta exposición a la inflación debido a que el UVA se actualiza mensualmente y el salario no acompaña el mismo ritmo de crecimiento. Otra particularidad, es que la deuda aumenta a pesar de que se vayan cancelando regularmente las cuotas mensuales.

 

Finalmente aclaramos que este tipo de préstamos “indexados” a la inflación, no es un invento argentino, sino que existe en otras Economías.

 

Otra particularidad, es que la deuda aumenta a pesar de que se vayan cancelando regularmente las cuotas mensuales

El peligro de los contextos de alta inflación permanentes en nuestro país es el punto crucial para definir el éxito de este tipo de préstamos.

 

Cabe destacar que si un tomador puede sortear esta situación ya que tiene ahorros que puedan solventar esos aumentos para adelantar cuotas, o bien si su ritmo de incremento salarial lo hace por encima de lo que aumenta la inflación (caso atípico en el común de los tomadores) puede tomar un beneficio de este, ya que estaría financiando la compra de un activo en dólares que siempre tuvo un incremento considerable respecto a una deuda en pesos ajustada a la inflación (ver cuadro de crecimientos porcentuales).

Es fundamental al tomar cualquier tipo de decisión financiera, contar con todos los elementos para poder realizar un análisis certero y no caer en la trampa si las variables no están a nuestro favor.

 

¿Quiere recibir notificaciones de alertas?