Inversión y planificación: formas para aprovechar el aguinaldo

El aguinaldo es, en esencia, una gran oportunidad para identificar nuestras prioridades y mejorar significativamente nuestra situación financiera.

Por Gabriela Totaro

Educadora financiera, psicopedagoga y autora de Silver.

 

Para millones de trabajadores en Argentina, el Sueldo Anual Complementario (SAC) no es solo un ingreso extra, sino una oportunidad que, si se administra con inteligencia, puede ser un verdadero trampolín para nuestra salud financiera.

 


Es natural que, al recibir este monto semestral, surjan muchísimos deseos y proyectos: desde renovar un rincón de la casa, viajar, mantener el auto en óptimas condiciones, o simplemente darnos ese gusto que tanto anhelamos. Sin embargo, mi objetivo es invitarlos a "parar la pelota" un momento y pensar estratégicamente qué hacer con este medio salario. No se trata de gastarlo todo de golpe, sino de tener una estrategia clara que nos permita aprovecharlo al máximo.

 

Estas son cinco claves para invertir el aguinaldo de forma inteligente, pilares que he visto transformar la relación de muchas personas con su dinero:

 

Saldar deudas: El primer paso hacia la libertad financiera. Antes de pensar en cualquier inversión, es crucial mirar nuestras deudas. ¿Tenés tarjetas de crédito con intereses elevados o préstamos que te ahogan? El aguinaldo es tu mejor aliado para cancelarlas o reducirlas significativamente. No tiene sentido invertir para ganar una rentabilidad si, al mismo tiempo, estamos perdiendo dinero pagando altos intereses.

 


Crear un fondo de emergencia: Tu escudo financiero. La vida es impredecible, y un imprevisto como la pérdida del empleo o una enfermedad puede desestabilizar nuestras finanzas. Por eso, un fondo de emergencia es no negociable. Este debe ser un dinero de fácil acceso y gran liquidez, idealmente equivalente a entre 6 y 12 meses de nuestros ingresos. El aguinaldo es una excelente manera de iniciar o robustecer este fondo, y luego podemos complementarlo con pequeños aportes mensuales. Este colchón nos protege de tomar malas decisiones económicas, como malvender activos o endeudarnos excesivamente en momentos de estrés.

 


Definir un objetivo alcanzable: Tu hoja de ruta. Una vez que nuestras deudas están bajo control y tenemos un fondo de emergencia, es momento de soñar... ¡pero con los pies en la tierra! Es fundamental establecer un objetivo claro y realista para el resto de nuestro aguinaldo. ¿Es ese viaje que tanto desean? ¿La mejora de la casa? ¿La compra de algo específico? Ajusten ese destino a su presupuesto para evitar frustraciones.

 


Invertir en tu futuro: Pensar en el mañana hoy. Planificar el futuro es una inversión en nosotros mismos. Una parte del aguinaldo puede destinarse a un seguro de retiro, asegurando así nuestra calidad de vida en la jubilación. Pero más allá de eso, podemos explorar diversas opciones para hacer crecer nuestro dinero y que el esfuerzo de hoy rinda frutos mañana.

 


Disfrutar con responsabilidad: El equilibrio es clave. No todo en la vida es ahorro e inversión. Una parte del aguinaldo debe ser destinada a darnos un gusto, un viaje corto, arreglar la casa o comprar esos regalos tan deseados. Lo fundamental es encontrar un equilibrio entre el disfrute del presente y la planificación consciente de nuestro futuro financiero.

 


El aguinaldo es, en esencia, una gran oportunidad para identificar nuestras prioridades y mejorar significativamente nuestra situación financiera. La clave está en administrarlo de manera responsable, tomando decisiones informadas que nos acerquen a la libertad y la tranquilidad económica.
 

 

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