YPF: Se acerca el día en que la empresa enfrentará dos juicios en EE.UU.
Un juicio por la expropiación de 2012 y uno Ambiental por Maxus serán determinante para el futuro de la petrolera argentina.
La petrolera estatal, YPF, se aproxima al llamado "día D" y los inversores aguardan ansiosos por más noticias. La empresa argentina enfrenta dos juicios en los tribunales de los Estados Unidos que serán fundamentales para su futuro y cuya sentencias resultarán trascendentales, tanto para YPF como para la economía nacional.
Se trata de dos casos que se encuentran hace años tratándose en los juzgados norteamericanos. Uno en el de Nueva York, derivado de la decisión en 2012 de Argentina de expropiar a la española Repsol el 51 % de las acciones en YPF, y el otro, en Delaware, relacionado con una demanda por daño ambiental contra una empresa cuya dueña inicial fue adquirida luego por YPF.
Desde Bull Market Brokers elaboraron un informe detallado con toda la información importante acerca de estos juicios. "Ambos juicios tendrán consecuencias históricas para YPF. Si bien es incierto cómo podrían fallar ambas cortes, no puede minimizarse la trascendencia", señalaron desde el broker en su publicación.
"Ambos (2012) como el Ambiental vinculado a Maxus en la corte de Delaware en manos de Christopher Sontchi (1995), tienen como fecha límite el 30 de junio para que se conozca sentencia en firme", indican desde Bull Market.
Caso de expropiación
"El juicio de expropiación no alcanza a YPF de manera directa, sino al Estado Nacional" arranca el informe. "Lo que está en juego es el destrato al resto de los inversores que no recibieron oferta pública (OPA) por la expropiación compulsiva bajo la Ley Argentina de Interés Público. La sentencia podría cambiar para siempre el riesgo de inversores del exterior en empresas consideradas mixtas o “estratégicas” agregan.
Este caso inició en 2015, cuando el grupo argentino Petersen, que tenía una participación accionarial del 25 % en YPF, demandó al Estado argentino y a la petrolera por no recibir su parte dentro de la OPA. A su vez, al caso se le sumó en 2016 como demandante Eton Park, fondo estadounidense que tenía el 2,9 % de YPF.
Estos vienen reclamando una suma millonaria como compensación, indicando que el Estado argentino debió haber lanzado una oferta pública de adquisición por el resto de las acciones que no pertenecían a Repsol. Por su lado, tanto Argentina como YPF han argumentado que la ley aprobada por el Congreso en 2012, impulsada por el entonces gobierno de Cristina Fernández, declaraba de "utilidad pública sujeto a expropiación el 51 % de YPF" y le impedía al Estado adquirir acciones adicionales.
Los demandantes (Petersen y Eton Park) han solicitado a Loretta Preska, jueza del Tribunal del Distrito Sur de Nueva York, que dicte una sentencia sumaria a su favor, incluyendo una compensación por presuntos daños de USD 15.900 millones de dólares. Desde Argentina, objetan ese cálculo y sostienen que, si fueran hallados responsables, "a lo sumo la reparación podría ascender a 146 millones de dólares". "Las partes pueden presentar escritos finales hasta el 23 de junio, tras lo cual se espera que Preska dicte sentencia", señala el informe.
A su vez, en su última nota de resultados trimestrales, YPF reiteró "no tienen ninguna responsabilidad" y que, por lo tanto, Preska "debería dictar una sentencia sumaria a su favor". "Éste será sin duda un fallo histórico ya que marcará un precedente para cualquier nación soberana que considere expropiar una empresa que cotiza en los Estados Unidos", señaló Sebastián Maril, director de la firma Latam Advisors.
Caso Maxus
Si bien ya el caso de Petersen parece excesivo para el momento que afronta el mercado, existe otro caso que tiene en vilo a muchos inversores y también se originó hace años, cuando Chemicals, subsidiaria de Maxus, fue acusada de contaminar con "agente naranja" el río Passaic y la bahía de Newark, en el estado de Nueva Jersey, durante las décadas de 1950 y 1960.
Según la información presentada, Maxus vendió Chemicals en 1986, a una subsidiaria de Occidental Petroleum. Pero en 1995, YPF compró Maxus y fue en el año 2005 que el estado de Nueva Jersey demandó a Maxus, Occidental, Repsol e YPF por presunta contaminación.
En 2011, un tribunal de Nueva Jersey declaró que Occidental y Maxus debían remediar los daños ambientales. Pero Occidental trasladó legalmente toda la responsabilidad a Maxus y, como consecuencia, quedaron involucradas YPF y a Repsol. Finalmente, en 2016, Maxus se presentó en bancarrota en Delaware, donde estaba radicada, e YPF le pagó a su subsidiaria USD 130 millones de dólares para desligarse de las demandas ambientales.
El fideicomiso de liquidación de Maxus, integrado por Occidental, entre otros litigantes, demandó a YPF en 2018 ante un tribunal de Delaware, a cargo del juez Christopher Sontchi, quien está próximo a dictar un fallo sumario en el caso. Los demandantes han reclamado como compensación unos USD 14.000 millones de dólares.