Mercedes Benz y otros gigantes europeos buscan frenar su guerra comercial con Trump

La Comisión Europea propuso represalias por valor de hasta EUR 95.000 millones, aunque presiones internas podrían reducir esa cifra significativamente. 

Por Gonzalo Andrés Castillo

Redactor especialista en finanzas y mercado de capitales

Hace 10 horas

 

Importantes compañías europeas como Mercedes-Benz y LVMH están interviniendo activamente para evitar una guerra comercial entre la Unión Europea (UE) y Estados Unidos.

 

A través de gestiones privadas con funcionarios estadounidenses, buscan suavizar posibles represalias de Bruselas ante los aranceles propuestos por Donald Trump, que podrían alcanzar el 50% sobre exportaciones europeas.

 

Empresas del sector automotriz, farmacéutico y de bienes de lujo ya estuvieron ejerciendo presión para que productos emblemáticos de Estados Unidos, como el bourbon, sean excluidos de medidas de represalia.

 

A medida que se acerca la fecha límite del 9 de julio, estas sociedades temen perder acceso a un mercado vital donde disfrutan de márgenes amplios y dependen de componentes críticos y vínculos con instituciones clave.

 

Vale recordar que la Comisión Europea propuso represalias por valor de hasta EUR 95.000 millones, aunque presiones internas podrían reducir esa cifra significativamente.

En tanto, la UE flexibilizó su tono, aceptando incluso un arancel universal del 10%, siempre que sectores estratégicos como farmacéuticos y semiconductores obtengan condiciones preferenciales.

 

En este marco, fabricantes como BMW, Mercedes y Volvo anunciaron inversiones en Estados Unidos, y otras firmas, como Sanofi y LVMH, intensificaron su cabildeo para evitar mayores tensiones. Esto generó preocupación en Bruselas sobre la posible desunión interna.

 

De acuerdo a Bloomberg, el canciller alemán Friedrich Merz y líderes empresariales como Bernard Arnault de LVMH abogaron por soluciones rápidas y pragmáticas.

 

"Espero conseguir, con mis modestos medios y mis contactos, convencer a Europa de que adopte la actitud más constructiva posible", dijo Arnault a los diputados franceses en mayo.

 

Mientras tanto, la Comisión intenta mantener la unidad del bloque y proteger su capacidad de negociación global, especialmente frente a futuros desafíos con China. La presión corporativa, sin embargo, podría debilitar su posición en un momento crítico.

 

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