El banco HSBC está utilizando computación cuántica para revolucionar el comercio de bonos
En colaboración con IBM, la entidad utilizó el procesador cuántico Heron junto con sistemas clásicos, logrando una mejora del 34% en las predicciones algorítmicas de precios.
Por Gonzalo Andrés Castillo
Redactor especialista en finanzas y mercado de capitales
HSBC anunció que logró un avance histórico en el uso de la computación cuántica aplicada a los mercados financieros, convirtiéndose en el primer banco en demostrar su valor práctico en el comercio de bonos.
En colaboración con IBM, la entidad utilizó el procesador cuántico Heron junto con sistemas clásicos, logrando una mejora del 34% en las predicciones algorítmicas de precios, según informó en un comunicado.
El ensayo se enfocó en operaciones de mercados extrabursátiles, donde los activos se negocian fuera de bolsas centralizadas. Gracias a la potencia cuántica, HSBC pudo calcular con mayor precisión la probabilidad de que una operación se concretara al precio cotizado, una tarea que el banco realiza miles de veces al día.
Según Philip Intallura, director del grupo de tecnologías cuánticas, esta innovación implica “mayores márgenes y mayor liquidez” en las transacciones.
Josh Freeland, responsable global de comercio algorítmico de crédito, explicó que esta capacidad optimiza decisiones críticas en un entorno donde los milisegundos marcan diferencias.
El hito de HSBC se suma a una larga trayectoria de innovación en Wall Street, que va desde los primeros sistemas de automatización en los años cincuenta hasta el trading algorítmico en los setenta y su masificación en la década de 2000. Sin embargo, esta prueba representa la primera evidencia concreta de que la computación cuántica puede resolver problemas prácticos en el comercio financiero.
La tecnología, aún en desarrollo, promete superar a las supercomputadoras clásicas en velocidad y capacidad. Empresas como Amazon, Google, Intel y Microsoft también invierten en este campo, convencidas de que lo que hoy lleva años a la informática tradicional podría resolverse en cuestión de minutos gracias a la revolución cuántica.