Emprender en Argentina, una tarea difícil, pero no imposible: cómo pasar a la acción
Es sabido que antes de embarcarse en cualquier proyecto, lo primordial será haber hecho una investigación exhaustiva, haber desarrollado un plan de negocio detallado y haber buscado asesoramiento y apoyo adecuados. Sin embargo, la mayor traba para cualquier emprendedor es pasar a la acción.
Por Sol Estefanía Arance
Abogada, directora Estudio Arance
Emprender en un país como Argentina que tiene una economía fluctuante, altos costos operativos y un marco regulatorio complejo, puede resultar un desafío abrumador. Según datos del Global Entrepreneurship Monitor (GEM) y el Ministerio de Producción, el 80% de las empresas nacientes en el país no traspasa los dos años de vida, y solo 3 de 10 llegan a los 8 años.
Pese a que las estadísticas no son nada alentadoras, muchos emprendedores encontraron la manera de convertir sus ideas en negocios exitosos. Es sabido que antes de embarcarse en cualquier proyecto, lo primordial será haber hecho una investigación exhaustiva, haber desarrollado un plan de negocio detallado y haber buscado asesoramiento y apoyo adecuados. Sin embargo, la mayor traba para cualquier emprendedor es pasar a la acción.
Son muchos los que se quedan atrapados en la fase de planificación y análisis, postergando indefinidamente la ejecución de sus proyectos por miedo al fracaso o la imperfección. Sin embargo, el verdadero progreso se logra cuando se da el primer paso, se toma la decisión de actuar y se lleva a cabo la primera acción concreta.
Confiar en uno mismo y en el trabajo que hace a diario para alcanzar una meta. Creer en las propias capacidades, ser coherentes en el decir y el hacer, tener en claro a dónde se quiere llegar con las acciones, y saber comunicarlo de forma estratégica y concreta será clave para iniciar el recorrido y sostenerlo incluso en momentos de dudas.
Todo emprendedor sabe que su proyecto es una inversión a largo plazo porque el éxito no llega de la noche a la mañana. Ser pacientes y perseverantes les permitirá seguir accionando hacia aquello que quieren lograr.
Emprender es también salirse de la zona de confort, por lo que en el trayecto posiblemente encuentren personas que se resistan al cambio, que juzguen y condenen su accionar y que quieran alejarlos del camino, pero hay que entender que esto es parte del proceso y confiar en la decisión que tomaron cuando decidieron embarcarse en el proyecto. Actuar responsablemente no es solo confiar en el propio criterio, sino saberse protagonista y el hacedor de tu propia historia.
Aunque la convicción es fundamental, también será clave contar con un grupo de contención y con buenos equipos de trabajo. Esto último es muy difícil, pero es sin dudas es lo que les permitirá mejorar el emprendimiento, expandirse y ampliarse a otras ramas y lugares. Además, poder conversar con personas que hayan pasado o estén pasando por lo mismo será crucial para tener feedback constructivos, estratégicos y sinérgicos.
Por último, la clave siempre radicará en comprender y saber adaptarse al entorno local y aprovechar las oportunidades que surgen en tiempos de incertidumbre. En un mercado cada vez más competitivo y cambiante, saber amoldarse a las diferentes situaciones y estar preparado para afrontar nuevos desafíos es sin dudas el mayor plus que se puede tener.
A modo de cierre podemos decir que efectivamente emprender en Argentina presenta desafíos únicos, pero también ofrece oportunidades inigualables. Con una comprensión profunda del entorno, una mentalidad innovadora, una red de apoyo sólida y una determinación inquebrantable, los emprendedores pueden transformar obstáculos en trampolines hacia el éxito.