La inflación mayorista retrocede en mayo y marca el menor aumento interanual en siete años
Los precios mayoristas cayeron un 0,3% en mayo, acumulando un 7,4% en el año. Esta baja se atribuye a la estabilidad del tipo de cambio y a la reducción de bienes importados, según el INDEC.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
En mayo, los precios mayoristas bajaron un 0,3% en Argentina, marcando un freno claro en la inflación. La variación interanual quedó en 22,4%, el número más bajo desde fines de 2017, y en lo que va del año ya acumulan una suba del 7,4%. Este alivio en los precios se explica, en buena parte, por la caída de los bienes importados, gracias a la calma del dólar oficial.
El INDEC detalló que el Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM) se retrajo un 0,3% respecto de abril. En los productos nacionales la variación fue prácticamente nula, mientras que los importados cayeron 4,1%. Entre los rubros que más empujaron esta baja están los productos refinados del petróleo, que retrocedieron 0,17%, los agropecuarios con una baja del 0,10% y los metálicos básicos con un 0,06%. Del otro lado, los alimentos y bebidas subieron un 0,20% y los productos químicos un 0,09%.
Además del IPIM, el INDEC también dio a conocer el Índice de Precios Internos Básicos al por Mayor (IPIB), que descuenta los impuestos. Este también bajó 0,3%, empujado otra vez por los productos importados, que se abarataron un 4,2%. Los productos nacionales, en tanto, casi no se movieron. Por su parte, el Índice de Precios Básicos del Productor (IPP) cayó un 0,2%, con una baja del 0,7% en productos primarios y leves movimientos en manufacturas y energía.
El ministro de Economía, Luis Caputo, celebró estos números y resaltó que, si se dejara de lado abril de 2020 (un mes atípico por la pandemia), mayo podría ser el mejor dato mensual desde que empezó la serie en enero de 2016. En la misma línea, Felipe Núñez, director del BICE y hombre cercano a Caputo, señaló que los resultados responden al “plan de estabilización”, basado en disciplina fiscal, control monetario, ancla cambiaria y una estrategia financiera ordenada.
A esto se suma un informe reciente de la consultora Outlier, que identificó señales claras de presión a la baja sobre el tipo de cambio oficial durante mayo, lo cual ayudó a consolidar esta tendencia en los precios.
Queda por ver si este panorama se sostiene en los próximos meses y cómo impactará en la economía real, especialmente en los bolsillos. Mientras tanto, el gobierno sigue apostando a mostrar números que refuercen la idea de una inflación en retroceso y de una macro que empieza a ordenarse.