El Gobierno frenó la eliminación de la segmentación de subsidios, pero recortará las bonificaciones

Desde Economía salieron a aclarar que no se aumentará un 12% el precio de los servicios públicos, argumentando un error de comunicación.

Por Eric Nesich

Periodista especializado en Economía y Finanzas

Jueves 06 de febrero del 2025 a las 1:33 pm

 

Después de dar marcha atrás con el aumento de la luz, el Gobierno decidió poner en pausa el plan para eliminar la segmentación de subsidios en las tarifas de electricidad y gas. Sin embargo, eso no significa que no haya cambios: la Secretaría de Energía, liderada por María Tettamanti, ya tiene en marcha un recorte escalonado de las bonificaciones que reciben unos 9,5 millones de hogares de ingresos medios y bajos.  

 

En pocas palabras, esto quiere decir que casi 6 de cada 10 usuarios residenciales van a ver cómo, de a poco, se les va achicando la ayuda del Estado en las facturas. Este ajuste se hará de forma gradual y se extenderá hasta fines de 2025.  

 

El Gobierno venía con la idea de sacar la segmentación de subsidios este año, pero después del revuelo que se armó por el aumento de la luz, decidieron frenar la pelota. Aun así, no se bajaron del todo del plan de ajuste: simplemente lo van a hacer más despacio para que no explote todo de golpe.  

 

El que salió a explicar el cambio de planes fue el ministro de Economía, Luis Caputo, quien reconoció que hubo un error de comunicación. Según él, la idea siempre fue unificar los subsidios de la luz y el gas para los hogares de menores ingresos (N2) y los de clase media (N3), pero de forma progresiva a lo largo del año.  “El error fue que se dijo que iba a empezar este mes, pero en realidad es un proceso que se va a ir dando de a poco”, aclaró Caputo.  

El aumento que estaba previsto, de entre un 8 y un 12 por ciento, no va a llegar de golpe. Según Caputo, las tarifas van a seguir subiendo, pero de manera paulatina, con incrementos que rondarán el 1 por ciento este mes.  

 

En resumen, el Gobierno pateó para más adelante la eliminación total de los subsidios por ingresos, pero igual va a ajustar el gasto en energía. La diferencia es que lo va a hacer sin tanta brusquedad, para que el impacto en el bolsillo no sea tan fuerte de un día para el otro.  

 

La cuestión ahora es ver cómo pega esto en la gente y si el plan de ajuste suave logra evitar nuevos reclamos. Porque, más allá de los anuncios, lo que importa al final del día es cuánto hay que pagar cuando llega la boleta.

 

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