¿El boleto se puede ir a $1300 pesos?: qué dicen los dueños de las empresas de colectivos
La crisis en el transporte del AMBA no para, las empresas no pueden pagar sueldos y prenden la alarma. ¿La solución?: Más subsidios o aumento de tarifas.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
Las empresas de colectivos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) salieron a decir que no llegan a pagar los sueldos de noviembre. La situación es crítica y no pinta bien: la plata que entra no alcanza y los costos no paran de subir.
Los números son claros. Según las cámaras empresarias, desde agosto no hay aumento ni en las tarifas ni en los subsidios. Mientras tanto, los gastos siguen escalando. "Hoy en día, llevar a un pasajero cuesta realmente $1.300, pero el ingreso promedio es apenas de $870", tiraron en un comunicado. Es decir, la diferencia es gigante, y las cuentas no cierran por ningún lado.
A esto se le suma otro problema: la provincia de Buenos Aires viene atrasada con las compensaciones que deben recibir las líneas provinciales y comunales. Esto complica aún más porque son fondos claves para que el servicio funcione. Así, las empresas están en la cuerda floja y el riesgo de que se pare todo es cada vez más real.
Otro punto que mencionaron las cámaras es la actualización salarial que se acordó hace poco. Se hizo para evitar paros gremiales, y con mucho cuidado para que no golpee ni a los pasajeros ni al gasto del Estado. Es más, fue por debajo de la inflación. Las empresas insisten en que la crisis no es culpa de ellas. Dicen que siempre respetaron las reglas de juego y que nunca se descolgaron de los acuerdos de costos después de las paritarias.
Entonces, ¿Cuál es la salida? Según los empresarios, hay dos caminos: ajustar la tarifa o aumentar las compensaciones del Estado. Pero ninguna de esas opciones se implementó hasta ahora, y el tiempo corre. Mientras tanto, los choferes y trabajadores del sector —más de 50 mil— miran con preocupación, porque el cobro de sus sueldos está en la cuerda floja.
El comunicado cierra con un tono bastante sombrío, advirtiendo sobre las "penosas consecuencias" de esta crisis que se está volviendo insostenible. La pelota está en la cancha del Gobierno, pero por ahora, no parece haber señales de que algo vaya a cambiar.