El Banco Mundial otorgó un crédito de USD 1000 millones para subsidios en las tarifas

Este dinero se utilizará para mantener esquemas de subsidios en las tarifas de transporte y electricidad.

Por Eric Nesich

Periodista especializado en Economía y Finanzas

Miércoles 20 de noviembre del 2024 a las 10:23 am

 

El Gobierno argentino cerró un acuerdo con el Banco Mundial para conseguir un préstamo de 1.000 millones de dólares que se destinará a mantener las tarifas "sociales" de electricidad y transporte. La intención es darle una mano a quienes más lo necesitan, aunque está claro que la solución de fondo sigue pendiente.

 

¿A dónde va la plata? 

De ese monto, 500 millones irán al transporte público. Esto significa que se mantendrá la tarifa social, un descuento del 55% que aplica en 61 localidades donde funciona la tarjeta SUBE. Este beneficio está dirigido principalmente a jubilados, pensionados y personas que reciben planes sociales, es decir, quienes dependen de cada peso que pueden ahorrar para llegar a fin de mes. El objetivo es sostener el sistema y garantizar que moverse no se convierta en un lujo para los más vulnerables.

 

Los otros 500 millones serán destinados al sector eléctrico, a través del Registro de Acceso a los Subsidios Energéticos (RASE). La idea es hacer el sistema de subsidios más eficiente, utilizando información de diferentes registros para determinar con mayor precisión quién necesita la ayuda. También buscan fomentar un uso más racional de la electricidad para reducir el consumo. Todo suena bien en teoría, pero queda por ver cómo se implementará realmente.

 

Préstamos con letra chica 

No todo es color de rosa, porque este dinero no es gratis. Se trata de préstamos del Banco Mundial con una tasa variable que el país deberá devolver en un plazo de 32 años. Hay un período de gracia de 7 años, lo que significa que durante ese tiempo no se paga el capital del préstamo, pero la deuda sigue acumulándose. En el corto plazo, esto puede aliviar la situación, pero en el largo plazo suma otra carga a la ya complicada economía nacional.

 

Para quienes dependen del transporte público y los subsidios eléctricos, estas medidas pueden ser un alivio. Mantener la tarifa social y focalizar los subsidios energéticos puede marcar la diferencia para los sectores más afectados. Sin embargo, surgen interrogantes sobre la sostenibilidad de estas ayudas. ¿Cuánto tiempo se podrán mantener sin seguir endeudándose? ¿Qué sucederá cuando termine el período de gracia?

 

Si bien estos 1.000 millones de dólares del Banco Mundial ofrecen un alivio momentáneo, no resuelven los problemas estructurales. Tanto el transporte como el sector eléctrico necesitan reformas profundas para garantizar su funcionamiento a largo plazo sin depender de préstamos internacionales. Por ahora, queda esperar que este dinero sea bien utilizado y no termine siendo otro parche en un sistema que necesita una transformación urgente.

 

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