Economía admite desequilibrio cinco veces mayor al pactado con el FMI
El Gobierno argentino anticipó al FMI que no va a poder cumplir otra proyección económica: esta vez, se trata del déficit en la cuenta corriente. Según el viceministro Daza, es por el “crecimiento mayor al esperado”.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
El Gobierno sigue estirando los márgenes del acuerdo con el Fondo. Después de advertir que no iba a llegar con la acumulación de reservas que figuraba en el plan original, ahora le comunicó al organismo que tampoco se va a cumplir con la estimación de la cuenta corriente de la balanza de pagos. Eso sí, lo avisaron con tiempo, y no se trata de una “meta dura”, sino de una proyección dentro del programa.
Luis Caputo fue quien marcó la cancha: su equipo adelantó que el país va a tener un déficit en la cuenta corriente mucho mayor al previsto, nada menos que un 400% más. Y si bien eso suena fuerte, desde Economía aclaran que no es por un desborde irresponsable, sino porque “la Argentina está creciendo más de lo esperado”, según explicó José Luis Daza, el número dos del ministerio.
“Vivimos la crisis de Rusia, Tailandia, la Unión Europea, el elemento común es un gran déficit de cuenta corriente, pero importa la calidad, la razón y la magnitud”, tiró Daza, comparando la situación argentina con otras experiencias internacionales. Y remató: "un déficit del 2% en un país que crece al 6% es algo absolutamente esperable".
“Vamos a seguir monitoreando el déficit de cuenta corriente, pero nos sentimos cómodos”, afirmó Daza, que viene de trabajar varios años con Caputo en fondos de inversión. En su visión, lo que pasa en Argentina no es tan dramático si se compara con otros países de la región: “Si ven la región, van a ver países con déficits de 2,5% y 3% del PBI, pero creciendo al 2%”.
Lo cierto es que, con este nuevo anuncio, el Gobierno vuelve a poner sobre la mesa que el acuerdo con el FMI no es inamovible, y que si hay que cambiar algunas cosas para priorizar el crecimiento, se hará. Desde el Palacio de Hacienda sostienen que la relación con el Fondo está en un buen momento y que hay margen para seguir negociando.
En paralelo, el Ejecutivo apuesta a que estos números no generen ruidos en el frente político ni financiero. La clave, dicen cerca de Caputo, está en mostrar que el rumbo sigue siendo consistente y que cada paso —incluso los "incumplimientos"— está justificado y es parte de una estrategia mayor para salir del pozo sin frenar la economía.