La industria textil argentina pierde más de 12 mil empleos y cierra casi 400 empresas en 18 meses
Un informe de la Fundación Pro Tejer revela que la combinación de importaciones crecientes, alta carga impositiva y falta de políticas claras profundiza la crisis del sector textil nacional.
La industria textil argentina enfrenta una crisis que se refleja en el cierre de casi 400 empresas y la pérdida de más de 12 mil puestos de trabajo en los últimos 18 meses, según el reciente informe de la Fundación Pro Tejer. Los empresarios del sector atribuyen esta situación a múltiples factores que afectan la competitividad local. Entre ellos destacan la desactualización del dólar, las políticas impositivas elevadas y, especialmente, la competencia de productos importados, en particular los provenientes de plataformas de venta como Shein.
El informe señala que entre enero y agosto de 2024, las importaciones textiles crecieron un 40% en dólares y un 74% en volumen, aumentando la presión sobre la producción nacional. En paralelo, se registró un aumento del 38% en la cantidad de CUITs que realizan pequeñas importaciones, lo cual complica aún más a las fábricas locales.
Según Pro Tejer, más del 50% del precio final de una prenda de primera marca corresponde a impuestos. En comparación, solo el 8,5% representa el costo industrial, mientras que el resto se asigna a costos financieros (12,2%), alquileres (12,7%) y logística (9%), dificultando la competitividad frente a productos importados.
A pesar de la crisis, la industria textil invirtió cerca de 1.400 millones de dólares en maquinaria durante los últimos tres años, demostrando su compromiso con mantener la capacidad productiva. Sin embargo, esta inversión también evidencia la urgencia de políticas que permitan la reactivación del sector.
Pedro Bergaglio, presidente de la Cámara Argentina de Empresas de la Industria del Sweater, describió la situación: “A diciembre pierdo el 30% de los socios de mi cámara porque cierran. Estamos hablando de empresas con un promedio entre 10 y 30 empleados”. Este testimonio refleja la difícil realidad que enfrentan numerosas pequeñas y medianas empresas.
Jorge Sorabilla, secretario de la Fundación Pro Tejer, recordó que durante 2024 hubo intentos de diálogo con el gobierno, pero sin respuestas concretas. “Hoy todo es más difícil”, afirmó. Desde el gobierno se insta a las empresas a “reinventarse” y a mirar hacia la exportación como una posible solución. Sin embargo, los representantes del sector advierten que el modelo económico actual no favorece la recuperación textil. Según ellos, “lo que hay que esperar es que las cosas no vayan bien. Pareciera que el modelo se agotó”.