Gobierno promete recursos para resolver conflicto salarial de médicos del Hospital Garrahan
El Gobierno nacional asegura que hay disponibilidad para llegar a un acuerdo con los médicos residentes del Hospital Garrahan. Sin embargo, piden que suspendan las medidas de fuerza por 48 horas para poder sentarse a negociar una propuesta.
Tras los reclamos de los médicos residentes del Hospital Garrahan por mejoras salariales, el Gobierno nacional ha manifestado que "los recursos están" disponibles para llegar a un acuerdo y que existe una "voluntad" política para abordar el conflicto.
La viceministra de Salud, Cecilia Loccisano, en una entrevista con radio Mitre, enfatizó que los recursos no se utilizan de manera eficiente. "Necesitamos que los residentes se sienten con nosotros a trabajar para cerrar una propuesta", señaló Loccisano, quien también subrayó la urgencia de resolver la situación actual. Sin embargo, aclaró que es necesario que los profesionales suspendan sus medidas de fuerza durante al menos 48 horas para poder sentarse a negociar.
Los médicos del Garrahan han planificado un paro de 24 horas para el jueves, a pesar de la conciliación obligatoria que se declaró. La tensión entre las partes continúa creciendo, ya que los profesionales de la salud han expresado su descontento por sus salarios, los cuales han sido comparados desfavorablemente con los de otros hospitales de la ciudad y del sector privado.
Muchos especialistas han dejado el hospital en busca de mejores condiciones salariales, lo que ha resultado en una disminución en la cantidad de residentes que optan por trabajar en el Garrahan. Recientemente, los residentes comenzaron un paro indefinido, sin cobertura de guardias, para visibilizar el conflicto salarial y denunciar la alta cantidad de vacantes a causa de la salida de médicos en busca de mejores condiciones laborales.
Un residente de primer año percibe un salario de $797.061, mientras que uno de último año recibe $981.385. Los residentes han manifestado: “Nuestros salarios no alcanzan para cubrir las necesidades básicas. Hemos agotado todas las instancias de diálogo y no nos han dejado otra alternativa que continuar con la medida de fuerza para visibilizar nuestra situación y exigir una recomposición salarial justa que nos permita vivir dignamente”.
Esta situación llevó a la realización de una asamblea masiva en el aula magna del hospital, donde se decidió un paro de 24 horas que involucrará a todo el personal. La asamblea de residentes subrayó en sus redes sociales: “En el marco del paro de residentes más grande de la historia del Hospital Garrahan, el desgaste del equipo de salud se hace más evidente aun. Las pobres condiciones laborales y el empobrecimiento del salario son insostenibles”.
El presidente Javier Milei se expresó en redes sociales, acusando al kirchnerismo de convertir al Garrahan en una “unidad básica” llena de “ñoquis militantes”, atribuyendo esta situación a los bajos salarios de los médicos. Por su parte, el economista Miguel Boggiano, asesor del presidente, criticó la gestión del hospital.
Pablo Puccar, jefe de clínicas de la sala de cuidados intermedios del Hospital Garrahan, cuestionó los datos proporcionados por el Ministerio de Salud sobre la composición de la planta. “Encima de pagarte muy poco tratan de ensuciarte… la gente se cansa, tenemos límites”, dijo a Splendid AM 990. Puccar también refutó la afirmación de que hay 780 administrativos y 500 médicos, aclarando que la planta del hospital comprende 4.728 personas.
“En la parte asistencial no solo hay médicos. Existen kinesiólogos, enfermeros, equipo de salud mental, técnicos y biólogos, que conforman 3.200 empleados. Solo el 18% corresponde a la parte administrativa”, explicó. "Si hay cosas para revisar, bienvenidos sean, que las revisen, que las hagan, pero estos argumentos que utilizan para ensuciar evidentemente son para que eso no pase", agregó.
Finalmente, Puccar también restó importancia al anuncio de un sistema biométrico para monitorear la asistencia del personal, asegurando que ya existen mecanismos para registrar la entrada y salida de los empleados. “No queremos pelear con nadie, queremos salvar al hospital de la fuga de profesionales que está habiendo”, concluyó.