Casa Moneda dejará de emitir billetes: El BCRA rescindió el contrato
Teniendo en cuenta que la impresión en el extranjero es más económica, decidieron no realizar más en esa entidad. La razón principal eran los costos de imprimir billetes de $1.000 y $2.000. En este contexto, se le dará vacaciones a sus trabajadores.
El Banco Central tomó una decisión de dejar de emitir billetes en la Casa de Moneda. La razón principal es el costo, ya que imprimir fuera del país resulta más económico que hacerlo en dicha entidad. La decisión del BCRA, implica la rescisión de un contrato para la impresión de billetes de $1.000 y $2.000. Las máquinas quedarán detenidas a partir de este lunes y el personal tendrá vacaciones hasta fin de año.
La empresa China Banknote Printing and Minting Corporation (CBPMC) será una de las aceptadas en competir por el contrato, aunque también hay compañías de Estados Unidos y Europa aceptadas. Desde el BCRA consideran que la cantidad real de billetes de $1.000 y $2.000 en circulación es suficiente, lo que realmente se necesita son billetes de mayor denominación.
En junio, llegaron a Buenos Aires desde China los nuevos billetes de $10.000, un suministro para garantizar el efectivo en circulación. La imprenta que produce el yuan también había ganado otra licitación para proveer billetes de $20.000 en diciembre de este año. Hasta fines del año pasado, Argentina acumulaba deudas de más de USD 7 millones, situación que también afectaba a otros proveedores internacionales. Ambos países estaban negociando mediante notas cómo saldar esa deuda, sin embargo, durante su visita a Argentina, Huifeng no mencionó el dinero adeudado, enfocándose en profundizar las relaciones comerciales con el Banco Central, liderado por Bausili.
Crane, una empresa estadounidense, se había movido rápidamente para asegurar la provisión de una partida de billetes de $10.000, que también llegarán en diciembre junto a los billetes chinos. Los funcionarios argentinos se sorprendieron al ver los precios de la firma estadounidense, ya que, en lugar de sus habituales cifras elevadas, cotizaron por debajo de los USD 60 por mil billetes. Este control de precios supone una estrategia para influir en otro país a través de la provisión de bienes, algo que los proveedores habituales de Francia y Alemania conocen bien, ya que la competencia entre Estados Unidos y China los dejó fuera del camino, y consideran los precios actuales irrisorios.
