Caputo en la UIA: “No nos comamos el cuento”, defendió las bandas y descartó la flotación libre del dólar

El ministro de Economía justificó ante empresarios por qué el Gobierno mantendrá el esquema cambiario actual. Señaló que Argentina no está lista para una flotación libre y pidió prudencia: “A los argentinos nos agarra la ansiedad de querer correr más rápido de lo que nos dan las piernas”.

Por Eric Nesich

Periodista especializado en Economía y Finanzas

Hace 1 hora

Luis “Toto” Caputo se plantó firme ante los industriales y dejó en claro que, al menos por ahora, no habrá una flotación libre del dólar. En la Conferencia Anual de la Unión Industrial Argentina (UIA), el ministro explicó que el sistema actual de bandas —con un techo y un piso— seguirá vigente porque “es superador” frente a las condiciones que atraviesa la economía.

 

“No nos comamos el cuento”, dijo Caputo ante un auditorio colmado de empresarios, mientras repasaba las razones detrás de la estrategia del Gobierno. Según detalló, hay cinco motivos que hacen inviable soltar el tipo de cambio completamente.

 

El primero tiene que ver con que las “bandas están bien calibradas”. “En la salida del cepo de Macri, donde los fundamentos eran peores, el tipo de cambio era de $1.261. Hoy podríamos darnos el lujo de tener uno más bajo, con fundamentos mucho más sólidos”, explicó. En esa línea, destacó el récord de exportaciones y adelantó que el superávit comercial cerrará el año entre US$ 7.500 y 8.000 millones.

 

El segundo punto se apoya en los antecedentes internacionales. “Muchos países iniciaron su programa de estabilización con bandas cambiarias”, recordó el ministro, citando los casos de Brasil, Chile, Colombia, Israel y Polonia, donde ese sistema funcionó “con éxito durante varios años”.

 

Como tercera razón, mencionó la inestabilidad de la demanda de pesos: “Argentina tiene todavía una inestabilidad en la demanda de dinero fenomenal. Hubo un nivel de dolarización que no se vio en la historia”, señaló. Y fue tajante: “Si nos agrandamos, ante el primer shock terminamos poniendo otro cepo. No nos comamos el cuento de que es fácil flotar”.

 

La cuarta causa es la volatilidad política. “No podemos darnos el lujo de flotar si la alternativa política es el comunismo, la alternancia política tiene que ser racional”, advirtió, en alusión a la grieta local. Y el quinto motivo, apuntó, es la escasa profundidad del mercado cambiario: “Opera unos 200 millones de dólares por día, y ayer operó 90 millones. Si alguien cree que se puede flotar con esos montos, no operó nunca un mercado. No pidamos cosas que no se pueden hacer, no es serio”, remató.

Caputo también aclaró que no es necesario liberar el dólar para acumular reservas. Dijo que la meta con el FMI se definió bajo otros supuestos y aseguró que los pagos de deuda se harán con herramientas de mercado: “Vamos a acumular más reservas de las que cualquiera está pensando”, prometió.

 

El cierre del discurso fue más optimista. El ministro apuntó que la inversión en la economía real será el motor del crecimiento y destacó señales de confianza externa: “La inversión extranjera directa se está recuperando fuerte, algo inusual en tan poco tiempo”, sostuvo. Según Caputo, parte de ese respaldo internacional viene de un cambio en la percepción sobre el país: “EE.UU. nos tomó como un aliado porque ve que estas ideas pueden tener un impacto muy grande en la región”.

 

Antes de despedirse, anticipó algunos lineamientos que el Gobierno busca incluir en la reforma laboral que enviará al Congreso: nuevas deducciones en Ganancias, baja de contribuciones patronales, un esquema de cese laboral obligatorio y un plan para formalizar el empleo.

 

En su exposición, Caputo mezcló técnica y realismo político. Pidió paciencia, bajó las expectativas de una apertura cambiaria inmediata y buscó transmitir un mensaje de orden: el camino, dijo, es lento pero firme, y con los pies sobre la tierra.

 

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