Primer test financiero del 2026: el Gobierno enfrenta un pago de deuda por USD 4.225 millones
Con el Presupuesto ya aprobado, la gestión de Javier Milei pone el foco en el vencimiento del 9 de enero, un compromiso clave que pondrá a prueba el esquema de déficit cero.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
Con la ley de Presupuesto avalada por ambas Cámaras, el Gobierno de Javier Milei dio por cerrada la discusión política y pasó de lleno al terreno financiero. El primer desafío de 2026 ya tiene fecha y monto: el 9 de enero vencen pagos de deuda por USD 4.225 millones, una cifra que obliga al Tesoro a afinar la estrategia en un mes tradicionalmente complicado para las finanzas públicas.
El compromiso no es menor. Enero suele ser un período de baja actividad en los mercados y con poco margen de maniobra. Hoy el Estado ya tiene asegurados unos USD 1.800 millones para enfrentar el pago, pero todavía debe conseguir alrededor de USD 2.400 millones adicionales. En la Casa Rosada son categóricos: la deuda se va a pagar y la palabra default no está en el radar oficial.
El vencimiento tiene además un fuerte peso simbólico. No se trata de deuda nueva, pero sí del primer pago relevante bajo un Presupuesto propio del gobierno libertario. Por eso, enero funciona como una especie de examen inicial del programa económico basado en el déficit cero.
Caputo fue todavía más claro al descartar una emisión de deuda externa. Explicó que el objetivo de fondo es reducir y, con el tiempo, eliminar la dependencia del financiamiento externo, una lógica que marcó a la economía argentina durante décadas. Según el ministro, ningún país puede crecer de manera sostenida sin un mercado de capitales interno sólido, y ese es uno de los pilares que busca construir la actual gestión.
El recurso al REPO no es nuevo ni casual. Caputo ya utilizó este instrumento en su etapa anterior en el Ministerio de Finanzas. Se trata de una herramienta que permite conseguir dólares en el corto plazo dejando activos como garantía, sin necesidad de emitir bonos soberanos ni convalidar tasas internacionales elevadas. Es un financiamiento más caro, pero útil como puente y funcional al mensaje político del oficialismo.
“Queremos que Wall Street sea una fuente marginal de financiamiento para la Argentina”, repitió el ministro, al tiempo que remarcó que el esquema de REPO demuestra que existen alternativas viables por fuera del circuito tradicional. La señal apunta a reforzar la idea de autonomía financiera y previsibilidad.
Milei, por su parte, buscó llevar tranquilidad con números concretos. Aseguró que el Tesoro ya tiene asegurada una parte importante del efectivo necesario y que las propuestas de financiamiento superan ampliamente las necesidades inmediatas. Solo en ofertas de acuerdos REPO, el Gobierno recibió propuestas por unos USD 7.000 millones, más del doble de lo que necesita cubrir para el vencimiento de enero.
De esta manera, el arranque de 2026 se presenta como una prueba clave para el rumbo económico. El resultado de este primer pago marcará el pulso de la confianza del mercado y será una señal temprana de si el esquema financiero del Gobierno logra sostenerse sin sobresaltos en los meses que vienen.
