Argentina lidera en la exportación de subproductos de soja
Argentina destina el 79% de su producción de soja al procesamiento industrial, logrando exportar el 95% de la harina y el 70% del aceite. En noviembre, el sector agroindustrial liquidó casi USD 2.000 millones, destacando su relevancia económica.
Argentina se afianza como un líder en la exportación de subproductos de soja, enviando el 80% de su producción al mercado global. Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), la cosecha para la campaña 2023/24 alcanza los 50 millones de toneladas, cifra que se complementa con 7,2 millones de toneladas provenientes de importaciones temporales.
Un aspecto a destacar es que el 79% de la soja producida en el país se destina al proceso de molienda, conocido como "crush", que permite la obtención de harina, aceite y biodiesel. De las 30,48 millones de toneladas de harina que se producen, un 95% se exporta. En el caso del aceite, aproximadamente el 70% también tiene como destino el extranjero, mientras que el resto se destina al consumo interno y a la producción de biodiesel. Este desempeño resalta el papel fundamental que desempeña Argentina en el comercio internacional del complejo sojero.
A diferencia de sus competidores como Brasil y Estados Unidos, que suelen exportar la soja sin procesar, Argentina se enfoca en agregar valor al grano a través de un procesamiento industrial. Tras la recuperación de las adversidades de la sequía que afectó la campaña anterior, el país retoma su liderazgo en las exportaciones de harina de soja y, además, logra en octubre un récord en ventas de aceite, alcanzando el mejor nivel en 17 años.
Por otro lado, según información proporcionada por la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), el sector agroindustrial liquidó casi USD 2.000 millones en noviembre, lo que se traduce en un aumento del 99% en comparación con el año anterior. Estas cifras son un claro indicador de la relevancia de la soja en el comercio exterior argentino, consolidándose como un motor para la economía del país.
Además, la diversificación de productos derivados de la soja, como el biodiesel, está ganando terreno en el mercado internacional. La creciente demanda de energías renovables impulsa esta tendencia, lo que podría abrir nuevas oportunidades para los productores argentinos.
