A partir de febrero el ritmo de devaluación mensual será del 1%
El "Crawling Peg" manejado por el Banco Central se verá disminuido a partir del próximo mes, como una forma de bajar la inflación y abrir aún más la economía.
Por Eric Nesich
Periodista especializado en Economía y Finanzas
El gobierno de Javier Milei largó con todo la tercera etapa de su plan económico, y la noticia es que a partir de febrero van a bajar el crawling peg al 1% mensual. Esto viene acompañado de una estrategia para aflojar, de a poco, el cepo cambiario. Desde el Banco Central ya lo dejaron en claro: la idea es bajar la inflación y abrir un poco más la economía.
Los números del INDEC para diciembre cantaron un 2,7% de inflación, y para enero los datos preliminares apuntan a un 2%. Aunque está arriba de la meta del 2,5%, el Banco Central banca esta jugada con el dólar diciendo que sirve como “ancla” para manejar las expectativas inflacionarias.
El equipo de Milei defiende las tasas altas y las devaluaciones controladas, asegurando que sin esto no se habría logrado frenar tanto la inflación.
La estrategia está haciendo que el peso gane un poco de fuerza, pero eso no le gusta mucho a algunos sectores industriales, que temen que abrir demasiado las importaciones sea un problema.
Para ajustar las cuentas, el Gobierno le metió tijera al gasto público y lo achicó un tercio. Los recortes le pegaron sobre todo a áreas sensibles como prestaciones sociales, jubilaciones y obras públicas. Obviamente, esto no cayó nada bien en varios sectores, aunque desde el gobierno dicen que la menor inflación podría mejorar el poder adquisitivo y calmar las aguas.
Por otro lado, sindicatos e industriales están levantando la voz. Dicen que abrir la economía y recortar en salud y educación puede terminar aumentando el desempleo.
Todo este plan económico depende de que la inflación siga bajando y que la gente empiece a sentir que le rinde más la plata. Para Milei, la estabilidad macroeconómica es clave si quiere seguir sumando apoyo de cara a las elecciones de medio término.
Mientras tanto, el Gobierno apuesta a que, si el cepo cambiario se va levantando y la inflación no se descontrola, se pueda construir una economía más sólida y previsible. Pero ojo, porque en este camino las críticas y los riesgos no faltan.