Blanqueo con guiño del FMI: el Gobierno apuesta a mover dólares guardados sin tocar la ley penal

El nuevo régimen económico permite a particulares y pymes usar dólares no declarados sin justificar su origen. Luis Caputo negó que favorezca a corruptos y dijo que el FMI elogió la medida. Los expertos advierten: el riesgo legal sigue latente.

Por Eric Nesich

Periodista especializado en Economía y Finanzas

Viernes 23 de mayo del 2025 a las 11:16 am

 

La medida del Gobierno para que salgan los dólares del colchón viene con guiño internacional y varias aristas locales. El flamante blanqueo anunciado por el equipo económico de Javier Milei —que no se llama “blanqueo” pero lo es en la práctica— apunta a que la plata que está parada en cajas fuertes, en el exterior o debajo del colchón empiece a circular, sin que el Estado se meta a preguntar de dónde salió.

 

El ministro Luis Caputo lo explicó sin vueltas: “No hubo pedido del FMI. Nos comunicamos y le contamos las medidas. De hecho, ayer tengo un mensaje de un miembro del Fondo Monetario. ‘Muy buenas las medidas’, me puso”. Y cuando un periodista insinuó que él tenía dólares guardados sin declarar, lo frenó en seco: “No te pases de vivo”.

 

Ahora, ¿a quién le sirve esta jugada? En principio, a todos los que tienen dólares en negro: pueden meterlos en el circuito, usarlos para comprar un auto, una casa o hacer una inversión, sin tanto lío con la AFIP (ahora llamada ARCA). Pero ojo, los más beneficiados van a ser los trabajadores, los autónomos, emprendedores o pymes que manejan montos chicos. Esos que hasta ahora no blanqueaban por miedo a que los frian a impuestos o inspecciones.

Las pymes podrían respirar un poco. Si esos dólares empiezan a moverse, se espera que se active un poco el consumo y la recaudación. Con eso, dicen desde el Gobierno, va a haber más crédito, menos presión impositiva y un alivio en los costos empresarios. Aunque todo eso es en potencial.

 

También hay novedades con Ganancias. Desde junio, el sistema va a ser mucho más liviano para los que se sumen al régimen simplificado. Ya no van a tener que andar presentando papeles ni justificando cada peso: el Estado te va a tirar un número en base a tu historial, vos lo podés aceptar o revisar. “Cuando antes te adherís, mejor, porque no te fiscalizan el consumo personal ni el incremento patrimonial”, contó un funcionario. Y para que quede claro, Sergio Caveggia, de EY, puso un ejemplo: “Si comprás un auto de 50 mil dólares, cuando hagas la declaración jurada del 2025, no vas a tener que justificar de dónde lo sacaste”.

 

Los autos y las propiedades también entran en el paquete. Los concesionarios ya no tienen que avisar a ARCA cuando venden autos usados, y lo mismo va a pasar con las inmobiliarias al poner en venta una propiedad. Eso sí, el que compra va a tener que declarar después en Bienes Personales. Nada nuevo para el que ya está en regla, pero un alivio para el que venía evitando declarar.

 

Los bancos tampoco van a poder pedirte declaraciones juradas de impuestos. Si se les ocurre hacerlo igual, podés plantarte y hasta ir a Defensa del Consumidor. Es una forma de achicar el gasto burocrático para las entidades financieras… y de paso facilitarle la vida al que quiere mover dinero sin tanta vuelta.

 

¿Y los que se anotaron al blanqueo del 2024? Mismo beneficio que el resto. Ninguna ventaja extra por haberlo hecho antes.

 

Los tributaristas advierten que hay riesgos. Aunque el nuevo régimen simplificado alivie el camino, las leyes penales siguen firmes: la penal cambiaria, la tributaria y la de procedimiento están vigentes. Eso significa que si en cinco años cambia el gobierno y deciden revisar lo que hiciste, podés quedar complicado. Por eso, desde el oficialismo quieren meter leyes en el Congreso que “blinden” el régimen.

El mensaje es claro: el que use dólares en negro por montos chicos puede zafar, pero no es un cheque en blanco. La Unidad de Información Financiera (UIF) todavía no dijo qué va a hacer con los nuevos umbrales para revisar el origen de fondos, así que muchos contadores prefieren esperar antes de recomendar lanzarse al ruedo.

 

Y frente a la crítica de que esto podría ser un canal para lavar plata de la corrupción, Caputo fue tajante: “El dinero de la corrupción es parte de la investigación de la UIF”.

 

En resumen, el Gobierno lanzó un blanqueo que no quiere llamar blanqueo, con aval implícito del Fondo, esperanzas de reactivación y algunos riesgos que siguen flotando. Para muchos, es una oportunidad. Para otros, una jugada que todavía está a mitad de camino.
 

 

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