Mascotas robóticas: los nuevos compañeros terapéuticos desarrollados con inteligencia artificial

Las mascotas han sido aliadas en el bienestar emocional, pero la inteligencia artificial promete revolucionar este vínculo. Las mascotas robóticas emergen como solución para quienes no pueden tener animales, ofreciendo terapias personalizadas.

Por redacción

Viernes 31 de enero del 2025 a las 4:01 pm

 

Las mascotas han acompañado al ser humano desde tiempos inmemoriales, brindando apoyo emocional y amor incondicional en momentos difíciles. Sin embargo, con el avance de la inteligencia artificial (IA), esta relación se encuentra en un punto de inflexión.

 

Gracias a la tecnología, se abren puertas para que personas que no pueden tener animales, ya sea por alergias o limitaciones físicas, accedan a los beneficios terapéuticos que normalmente solo los animales de compañía pueden ofrecer.

 

Desde hace años, distintos estudios han señalado el impacto positivo de las mascotas en nuestra salud mental. No es raro ver la integración de perros y gatos en hospitales y aeropuertos, utilizados para calmar a quienes padecen ansiedad.

 

Este enfoque, conocido como terapia asistida por animales, ha mostrado resultados tan efectivos que su uso ha sido cada vez más recomendado por profesionales en el área de la salud para abordar diversos trastornos psicológicos.

 

Una reciente investigación publicada en 2024 en el Journal of Medical Internet Research sostiene que interactuar con animales reduce notablemente el estrés y mejora el bienestar emocional en personas de diversas edades y contextos.

 

Sin embargo, surge la interrogante para aquellos que no pueden acceder a esta terapia natural: ¿existe una solución alternativa? La respuesta puede encontrarse en el campo de la robótica e inteligencia artificial, donde se están desarrollando mascotas sintéticas que buscan replicar las bondades de los animales tradicionales.

 

Dentro de las ventajas que ofrecen estas mascotas robóticas se destacan su disponibilidad continua para quienes tienen restricciones, la capacidad de monitorear signos vitales y estados emocionales, y la habilidad para alertar a profesionales médicos en casos de emergencia.

 

Un punto favorable es que no requieren cuidados especiales ni alimentación, y sus respuestas pueden ser personalizadas para diferentes pacientes. Sin embargo, también existen desventajas. La adquisición y mantenimiento de estas tecnologías pueden resultar costosas, dependen de una buena conexión a internet y generan inquietudes respecto a la privacidad y el manejo de datos sensibles.

 

Además, puede haber un rechazo cultural en algunas sociedades hacia este tipo de acompañamiento, junto con la falta de la calidez que solo un animal real puede ofrecer. Imed Gallouzi, presidente del Centro de Excelencia para la Salud Inteligente de la Universidad de Ciencia y Tecnología Rey Abdullah, se muestra optimista sobre el uso de robots similares a mascotas en terapia.

 

Explica que estos dispositivos ofrecen "privacidad, reacciones inmediatas a las crisis e incluso compañía para aliviar la soledad". Además, destaca cómo la combinación de estas tecnologías con herramientas de monitoreo podría hacer que, por ejemplo, una mascota robótica detecte cambios en el ritmo cardíaco de su dueño y reaccione de manera reconfortante.

 

Este avance es especialmente relevante en un contexto donde la Organización Mundial de la Salud ha advertido sobre el creciente impacto de los trastornos mentales, considerando la depresión como la principal causa de discapacidad.

 

Alarmantemente, investigaciones de Scientific Reports han revelado que solo el 14,47% de los jóvenes con problemas de salud mental recibe el tratamiento necesario. Noor Al-Faraj, experto en automatización e IA de IBM, plantea un aspecto fundamental: la necesidad de que estas mascotas comprendan las emociones humanas de manera más profunda.

 

"Imagina una mascota con inteligencia artificial que detecta un aumento en tu frecuencia cardíaca y reacciona con un suave ronroneo o un empujón amable. La idea es fusionar inteligencia emocional con presencia física para simular una compañía real", expresa.

 

A pesar de las barreras culturales existentes, sobre todo en Medio Oriente, que pueden dificultar la aceptación de estos avances, el potencial de las mascotas robóticas en la salud mental es indiscutible.

 

Su progresiva incorporación podría transformar el tratamiento y seguimiento de varios trastornos psicológicos, beneficiando a aquellas personas que no pueden acceder a la terapia asistida por animales reales.

 

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